MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Rey Felipe VI ha acreditado este miércoles por vez primera a un grupo de embajadores extranjeros, trámite con el que España les reconoce formal y definitivamente como representantes de sus respectivos países.
La ceremonia solemne, propia de los países con monarquía y cuyo origen en España se remonta al siglo XVI, ha tenido lugar en el Palacio Real y ha seguido el mismo protocolo que se aplicaba durante el reinado de Juan Carlos I. La presentación de cartas credenciales tan solo se celebró en un par de ocasiones en un formato distinto en el Palacio de la Zarzuela como consecuencia de las operaciones consecutivas de cadera de Don Juan Carlos en septiembre y noviembre pasado.
El 9 de abril de este año, con el Rey Don Juan Carlos recuperado y unos meses antes de su abdicación, la ceremonia volvió a sus orígenes celebrándose con la pompa característica en el Palacio Real, adonde son llevados los embajadores en carrozas de gala pertenecientes a Patrimonio Nacional y tiradas por seis caballos de raza holandesa.
La única diferencia que la prensa ha podido apreciar en el acto tiene que ver con la personalidad de uno y otro monarca. Si Don Juan Carlos era dado a bromear con los medios de comunicación mientras posaba esperando a cada embajador, Felipe VI ha permanecido callado y serio, sonriendo eso sí a los representantes diplomáticos cuando han entrado a saludarle.
Las dos carrozas que se emplean en la ceremonia han recogido este miércoles a los representantes diplomáticos de Uganda, Irán, Corea, Chile, Pakistán en el Palacio de Santa Cruz, sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y desde allí bajan a la calle Mayor en dirección a Bailén.
Al entrar en la Plaza de Armas, --llegan de forma escalonada en intervalos de media hora aproximadamente-- los embajadores han sido recibidos por un destacamento de la Guardia Real, que toca el himno de su país. Felipe VI se ha entrevistado con cada uno de ellos entre las 11.30 horas y las 14.00 horas.
El monarca les ha esperado en el interior del Palacio, en la Cámara Oficial, donde cada embajador le ha entregado la carta credencial, documento en el que el jefe de Estado de su nación comunica al Rey que ha designado a la persona que tiene delante embajador en España y le pide que se le facilite su labor.
GALAS Y SABLES
Tras entregar la carta credencial, cada embajador ha presentado a Felipe VI a los miembros de su equipo quienes, como su jefe de misión, han acudido al Palacio Real ataviados con sus mejores galas y algunos, incluso armados, como el agregado de Defensa de la embajada de Chile, que llevaba un sable en su funda y espuelas en sus botas militares.
A continuación, el Rey, vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra, el mismo que vistió el día de su proclamación, ha invitado a entrar en el Salón del Nuncio a cada representante diplomático, con el que ha despachado durante unos 20 minutos, en presencia del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
De los seis embajadores que han presentado cartas credenciales, solo uno de ellos era una mujer, la representante de Uganda, Nimisha Jayant Madhvan. Tras ella han ido llegando al Palacio Real los embajadores de Mozambique, *José Antonio Alberto Matsinha; Irán, Mohammad Hassan Fadaifard,* Corea, Hee-Kwon Park -quien ha saludado al Rey en un español perfecto--, Chile, *Francisco Javier Marambio Vial, y Pakistán, *Rafat Mahdi.
Desde que los embajadores toman posesión de su cargo en España y hasta que presentan cartas credenciales al Rey pueden pasar un par de meses. Por eso, durante ese periodo, intentan mantener un perfil bajo, aunque estén ya trabajando en sus respectivas oficinas. La siguiente ceremonia de presentación de cartas credenciales tendrá lugar a la vuelta de las vacaciones de verano, no antes de septiembre.
