JAÉN, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal elevó hoy a definitivas sus conclusiones y las modificó en el sentido de elevar la pena de prisión que reclama para el joven acusado de degollar a su novia hasta los 23 años de cárcel por un delito de asesinato en el que aplica alevosía, ensañamiento y parentesco.
En el juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Jaén bajo el procedimiento del Tribunal del Jurado, la fiscal destacó en primer lugar que es "especialmente duro" este proceso por la juventud tanto de la víctima, que tenía 22 años, como del procesado, de 19 años de edad, si bien esto no fue óbice para que él actuara con "sangre fría" tras cometer el crimen, a su juicio.
Una actitud "fría" que consideró probada en que intentara ocultar lo que había hecho primero huyendo del pub donde dejó a su novia tras asestarle siete puñaladas --una de ellas de mortal necesidad en el cuello--, yendo a casa de sus padres donde se duchó y cambió de ropa para proceder después en un descampado a quemar las prendas ensangrentadas. A continuación, fue a un bar para que le vieran con el fin de buscarse una coartada y, una vez le avisaron de que le había pasado algo a su novia, volvió al lugar del suceso manifestando que no sabía qué había pasado.
"Lo malo fue que una persona le vio salir del pub corriendo con el cuchillo, aunque de todas maneras había pruebas incriminatorias suficientes", argumentó, en referencia a los restos de sangre que había en la ropa que no destruyó, entre otras. Sobre la circunstancia de alevosía la fiscal justificó que el procesado cerró la puerta del pub para evitar que la joven escapara o pudiera ser ayudada por alguien de fuera y que fue entonces cuando cogió el cuchillo con la "intención de matarla", lo que hubiera conseguido con una puñalada, si bien le asestó cinco en el abdomen y tres en el cuello, de ahí que aplique también ensañamiento.
La representante de la Abogacía del Estado se adhirió a las conclusiones del ministerio fiscal y únicamente resaltó algunos hechos tales como que el procesado "pretenda ahora que se crea que la agresión fue en un forcejo mutuo" mientras que él no resultó lesionado en momento alguno a lo que agregó también que el ensañamiento está probado en que el imputado "aumentó su sufrimiento" propinándole una paliza previa a las lesiones con el cuchillo.
A su vez, la acusación particular, que solicita que sea ingresado en la cárcel durante 20 años, hizo hincapié en el "cinismo máximo" de las declaraciones del acusado, pues si bien el crimen que se enjuicia es "execrable y vil" la versión que el joven ofreció de los hechos de que ambos discutieron y ella cogió el cuchillo con lo que hubo un forcejeo en el que se apuñaló es más aun "perversa y cobarde".
Finalmente, el letrado de la defensa pidió a los miembros del jurado que alcancen la "conclusión más justa" ante este suceso que calificó como "un crimen pasional entre dos personas de corta edad". Así, aseguró que el 20 de diciembre de 2006 lo que pasó fue que ambos se emborracharon e iniciaron una discusión debido a los celos del joven --y si en el juicio aseguró que no tenía celos fue por "su sentimiento de culpa", según el abogado -- en la que ella cogió el cuchillo, forcejaron y ella acabó muriendo.
ARREPENTIMIENTO DEL ACUSADO.
Antes de dar por concluida la vista y a la espera de que la presidenta del tribunal entregue el objeto del veredicto al jurado, la magistrada concedió sus últimas palabras al procesado, quien las usó para afirmar entre lágrimas que se arrepiente "muchísimo de lo que pasó" y que siente "mucho" el dolor causado a la familia de la víctima.
Los hechos se remontan a diciembre de 2006 cuando apareció la camarera de un pub de 22 años de edad degollada en los servicios del local. Acto seguido, la policía habilitó un dispositivo para intentar localizar al novio de la víctima, identificado como el supuesto autor de la agresión, que horas después dio su resultado al detenerle. Dos días después, el juez instructor ordenó el ingreso en prisión de este muchacho, donde permanece desde entonces.
