El fiscal pide 19 años para el etarra que acompañaba a Castresana

Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2009 20:01


MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El fiscal de la Audiencia Nacional Juan Moral elevó este miércoles a definitiva su petición de 19 años de prisión para el presunto etarra Anartz Oyarzábal, acusado de formar un 'comando' junto a su compañera Olaia Castresana cuando ésta murió al estallar el artefacto que manipulaba en una vivienda de Torrevieja (Alicante) en julio de 2001.

Durante la exposición de su informe definitivo, el representante del Ministerio Público subrayó que la intervención de Oyarzábal está "absolutamente" acreditada por el "cúmulo de pruebas" presentadas durante la vista, que demuestran que el procesado acompañó a la fallecida en la localidad alicantina con el objetivo de participar en la "campaña de verano" de atentados de ETA.

Durante la segunda sesión del juicio, que este miércoles quedó visto para sentencia, continuaron testificando agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que ratificaron sus informes en los que certificaban el hallazgo de huellas dactilares del procesado tanto en el piso donde se produjo la explosión como en una vivienda de San Sebastián, propiedad de sus padres, en la que se intervinieron, entre otros efectos, dos pistolas y 14 kilos de explosivo Titatyn-30.

A CONTRACORRIENTE

Además, testificó un vecino de Torrevieja, por videoconferencia, que reconoció a Oyarzábal como un individuo al que se encontró el día de la explosión huyendo del lugar en un vehículo que coincide con el que después se encontró y se relacionó con el acusado. Explicó que se fijó en él porque "iba a paso ligero, mirando hacia atrás y en sentido contrario a la dirección en la que corría el resto de la gente".

También se leyeron las declaraciones de otros dos testigos que explicaron que vieron a la pareja días antes e incluso una mujer relató que el acusado ayudó a su hijo tras caer en la piscina.

El fiscal mantuvo la pena inicialmente solicitada para el procesado de 19 años de cárcel por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia ilícita de armas con finalidad terrorista y tenencia de explosivos con finalidad terrorista.

En su informe final, el fiscal Moral explicó que "todo el cúmulo de pruebas" presentadas durante el juicio determinan la presencia de Oyarzábal en la vivienda donde se produjo la explosión y en el piso donde se hallaron las pistolas y los explosivos, por lo que "no hay ninguna duda" de que se trata del acusado.

"CAMPAÑA DE VERANO" DE ETA EN LEVANTE

El representante del Ministerio Público recalcó que el 'comando' se encontraba dispuesto a "cumplir los cometidos" encargados por la organización terrorista, para poner en marcha su habitual "campaña de verano" de atentados en destinos turísticos.

"Por suerte --afirmó--, fueron ellos y no cualquier otra persona inocente quienes sufrieron las consecuencias de su actividad".

Por su parte, el abogado de la defensa, que no realizó ninguna pregunta durante el juicio, explicó que, por expreso deseo de su representado, no realizaría ningún informe final de conclusiones. No obstante, sí expresó su oposición a que se soliciten responsabilidades civiles al acusado por los daños personales y materiales provocados por la explosión, ya que en ningún momento se le ha exigido ninguna responsabilidad penal por la misma.

La Fiscalía pide que el acusado indemnice con 25.402 euros a cinco personas que sufrieron heridas de diversa consideración como resultado de la explosión y con 317.342 euros a los 15 vecinos que sufrieron "ingentes daños" materiales.

En la primera jornada de la vista oral, celebrada ayer martes, el acusado se negó a responder a las preguntas del fiscal. También renunció hoy a su derecho a la última palabra. Ayer comparecieron una decena de miembros de la Guardia Civil que explicaron al tribunal que varios testigos identificaron a Oyarzábal como la persona que acompañaba a Castresana en la vivienda y abandonó el lugar en un Ford Mondeo después de producirse la explosión.

Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, Oyarzábal y Castresana estaban vinculados con la organización terrorista ETA "para llevar a cabo atentados en la zona de Levante". Ambos compartían la vivienda en la que se produjo la detonación del artefacto explosivo que manipulaba la mujer, "previsiblemente procedente del robo cometido en la localidad francesa de Grenoble por la banda terrorista", y donde aparecieron el DNI y el permiso de conducir de Oyarzábal.

Tras la explosión, Oyarzabal huyó de Torrevieja a bordo de su vehículo, que fue encontrado días después en la localidad navarra de Aoiz. El presunto etarra fue detenido en la localidad francesa de Niort el 2 de mayo de 2002 y posteriormente entregado a las autoridades españolas.