Fiscal pide 5.400 euros en la repetición del juicio a 2 acusados de quemar fotos del Rey, que declararon en catalán

Actualizado: martes, 1 julio 2008 15:32

El juez les permite defenderse en su "lengua nativa" gracias a un intérprete, cuya ausencia provocó la anulación del primer juicio

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los dos acusados de quemar fotos del Rey el pasado septiembre de 2007 en una plaza de Gerona, Jaume Roura y Enric Stern, fueron juzgados hoy por segunda vez en la Audiencia Nacional por un delito de injurias graves contra la Corona en un proceso en el que ambos pudieron declarar en catalán y en el que asumieron los hechos por los que se les acusa, justificándose ante el juez en que "la Monarquïa española oprime al pueblo catalán". El fiscal pide para cada uno de ellos una multa de 5.400 euros.

El juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional volvió a celebrar hoy el juicio contra los dos jóvenes independentistas a los que el juez central de Lo Penal José María Vázquez Honrubia impidió hablar en catalán durante la primera vista, que se celebró en noviembre de 2007. Posteriormente, el Pleno de la Sala de lo Penal ordenó la repetición del proceso, al entender que Vázquez Honrubia, "no respetó el derecho de los acusados a intervenir personalmente en el juicio" y "se vulneró su derecho a la última palabra".

Así, Sala anuló la sentencia que condenó a ambos jóvenes al pago de una multa de 2.730 euros por un delito de injurias graves a la Corona y ordenó la celebración de un nuevo juicio "por distinto magistrado", que en este caso ha sido el juez central de Menores y Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro. Precisamente hoy, el juez De Castro recordó a los dos acusados su derecho a expresarse en "su lengua nativa". A diferencia del juicio anterior, la vista de hoy contó con la asistencia de un traductor catalán.

*Roura, que portaba una camiseta reivindicativa en favor de la liberación de un independentista condenado recientemente por ultrajar la bandera española, afirmó que la quema de las fotos "fue una manera completamente legítima de mostrar el rechazo a la Corona". "Yo quemé la foto", asumió el acusado, quien admitió todos los hechos. Aseguró que fue él quien portó la foto, quien portó la gasolina y que llevaba la cara tapada por un pañuelo.

Pese a ello, justificó su acción enmarcándola en "un acto político" en protesta por la visita a Gerona del Rey Juan Carlos al que definió como "el sucesor de Franco". "Protestábamos contra la presencia del Jefe del Estado que oprime a nuestro pueblo", sentenció.

En la misma línea y también en catalán se manifestó el segundo acusado, Enric Stern, quien igualmente asumió todos los hechos. Con una camiseta que rezaba "Yo también quemo la Corona española", el acusado aseguró que la quema de las fotos formaba parte de una "campaña de acciones organizada por la izquierda independentista".

MULTA DE 5.400 EUROS.

Por todo ello, el fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo mantuvo la petición de pena del primer juicio y modificó el año y seis meses de cárcel que le corresponde al delito de injurias graves contra la Corona por una pena de multa de 5.400 euros para cada uno de los acusados. "Aqui no no se juzgan actos políticos, lo que se juzga es la quema de las fotos del Rey", quiso aclarar desde el principio el representante del Ministerio Público.

"Lo que se está condenando aqui es el desprecio absoluto a la Corona, no las ideas, ni los pensamientos, ni la libertad de expresión", inisitió el fiscal, quien como muestra hizo referencia al contenido de las camisetas que portaban Roura y Stern.

Por su parte, el abogado de los acusados, Benet Salellas, solicitó la libre absolución de sus representados al entender que "debe prevalecer el derecho a la libetad de expresión por encima del derecho al honor". "No lo digo yo, lo dice el Tribunal Supremo", explicó, al tiempo que recordó que "es el alto tribunal el que dice que el jefe del Estado debe soportar el más alto grado de crítica" y que "hasta las formas de mal gusto están amparadas en la libertad de expresión".

"No puede haber injurias sin injuriado", alegó en referencia al hecho de que el Rey no haya manifestado en ningún momento su molestia por estos hechos y se desvinculó de otros hechos juzgados recientemente en la Audiencia Nacional como el caso de la revista 'El Jueves' ya que la quema de las fotos "no entra en la vida íntima, personal o sexual de los miembros de la Corona".

FICHEROS ILEGALES.

El inicio del juicio contó con la solicitud de Salellas de anular el juicio ya que, según defendió, sus clientes fueron detenidos sin que tengan antecendentes penales y sin que se les pidiese el DNI. "Eso nos lleva a pensar que la policía autónoma dispone de ficheros donde guardan datos sobre las personas que participan en actos políticos en Gerona y eso va en contra de los derechos fundamentales", indicó el letrado. Finalmente, esta petición fue rechazada tanto por el fiscal como por el juez De Castro.

En la fase testifical, los mossos d'Esquadra admitieron que al menos uno de los dos acusados, Stern, fue identificado por las imágenes de televisión y que no tenían antecedentes penales. No obstante, aseguraron que ambos tenían "antecedentes policiales" por otros hechos y uno de los agentes recordó la implicación de Roura en la agresión de un concejal del PP de la localidad Banyoles.

El juicio quedó visto para sentencia después de que los acusados ejercieran su turno de última palabra para denunciar que la vista había sido "un juicio político" y tildar a la Audiencia Nacional como "un tribunal de excepcción, heredera del tribunal de orden público de Franco". La sentencia se conocerá o el martes o el miercoles de la semana próxima, según anunció el juez.