El fiscal pide 7 años de cárcel para un acusado de apuñalar 35 veces con un punzón a un amigo en Alicante

Actualizado: jueves, 16 octubre 2008 16:22

ALICANTE, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal pidió hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante una pena de seis años y 11 meses de prisión para un hombre al que acusa de intentar matar a un amigo tras asestarle 35 puñaladas con un punzón, mientras se dirigían al cementerio de Alicante para comprar droga el pasado 16 de julio de 2007. El acusado negó hoy los hechos que se le imputan.

En sus conclusiones definitivas, la Fiscalía considera que el acusado, J.M.G.E., es autor de un delito de tentativa de asesinato y no de homicidio. Pese a ello, no modificó la pena que solicitaba en sus conclusiones provisionales ya que apreció para el acusado el atenuante de drogadicción y el de reparación del daño puesto que llevó a la víctima hasta el hospital.

Así, el fiscal estima que el día de los hechos, cerca de las 00.00 horas, el acusado iba condiciendo su vehículo, acompañado por la víctima y otro individuo, de camino al cementerio de Alicante, donde se dirigían para comprar droga. En un camino sin asfaltar detuvo el coche y pidió al a víctima que se bajara del vehículo para hablar con él.

Una vez fuera del coche, el acusado le dijo a la víctima que "tenía que saldar cuentas con él" y sacó del bolsillo trasero del pantalón un punzón del tamaño de un destornillador con el que le propinó 35 pinchazos de diferente profundidad, según el relato del ministerio público.

Al percatarse el otro ocupante del vehículo de que la víctima estaba herida y sangrando pidió con insistencia al acusado que llevara al herido al Hospital General de Alicante en su coche, algo a lo que el acusado accedió, pese a su negativa inicial.

Por su parte, J.M.G.E. declaró hoy en la vista del juicio que compró droga en el cementerio junto con la víctima y el otro acompañante y que a la vuelta "después de haber consumido" parte de la droga adquirida, la víctima le pidió que saliera del coche y le diera "las papelinas" que le quedaban.

El acusado mantuvo que en ese momento comenzó un forcejeo por la droga en el que la víctima le pidió también unos teléfonos móviles. Es en ese momento, cuando J.M.G.E. afirmó que la víctima se sacó un destornillador y le amenazó con el para que le diera los móviles. El acusado sostuvo que en otro forcejeo se hizo con el destornillador con el que trató de defenderse de la víctima para que no se abalanzara sobre él.