MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo redujo hoy de 46 años a 11 años y medio su petición de cárcel para el histórico miembro de los GRAPO Fernando Silva Sande por su participación en un atentado triple llevado a cabo junto a otros dos terroristas de la banda contra los edificios del Tribunal Constitucional, la Bolsa de Madrid y el Ministerio de Economía y Hacienda en 1990.
En su informe de acusación provisional, el fiscal imputaba a Silva Sande ser autor material de un delito de estragos terroristas, penado con 11 años de cárcel y otros siete delitos de lesiones terroristas, penados con cinco años cada uno (35 en total). No obstante, hoy el representante del Ministerio Público mantuvo su acusación por el delito de estragos, pero transformó los siete delitos por lesiones en seis faltas, lo que significa que, en lugar de 35 años, el terrorista tendría que cumplir sólo 30 días por cada uno.
Es decir, en caso de ser condenado finalmente, Silva Sande se enfrentaría a una condena de seis meses por las lesiones más los 11 años por estragos. A esto hay que añadirle que la incapacidad para indentificar a un supuesto séptimo lesionado ha hecho que el número de afectados por las explosiones se reduzca definitivamente a seis.
Fuentes fiscales justificaron el cambio de decisión en el hecho de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ya condenó en 1998 a los otros dos 'grapos' que participaron junto a Silva Sande en este ataque triple en una sentencia en la que consideraba las lesiones como faltas y no como delitos. Además, ya en aquella resolución la Sala determinó que fueron seis los damnificados y no siete.
En ese sentido, las mismas fuentes explicaron la inconveniencia de defender una postura contraria a la manifestada anteriormente por la misma Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Además, el fiscal pide al acusado que indemnice, junto a sus dos compañeros, a las instituciones atacadas por los daños causados, cifrados en un total de 1.304.084 euros, así como a las víctimas por las lesiones causadas.
Durante el juicio celebrado hoy en la Sección Primera de la Sala de lo Penal , el terrorista contestó con negativas a todas las preguntas que le formuló el representante del Ministerio Público sobre aquel atentado. Tan solo admitió conocer al también 'grapo' Guillermo Vázquez Bautista, ya condenado por estos hechos. "Le vi alguna vez, le conocía por su militancia en los GRAPO", dijo Silva Sande, quien, a la hora de desvincularse de los hechos, aseguró que no sabe cómo fabricar explosivos. "Yo no fabrique las bombas, entre otras cosas, porque no sé como se hace", argumentó.
Ya en respuesta a las preguntas de su abogado, el histórico 'grapo' admitió que se encontraba en Madrid en el momento en el que se produjeron los hechos, pero explicó que el motivo de su presencia en la capital "era hacer una valoración de la situación de huelga de hambre en la que se encontraban varios compañeros" de la banda terrorista. "Queríamos que se les reagrupase a todos en una misma cárcel y con buenas condiciones", declaró.
También explicó como la Policía le ofreció un "chantaje" para colaborar tras su arresto. "Era algo habitual, pero me lo ofrecieron los mismos policías que me estaban golpeando por lo que me dio la risa", dijo. Por último, Silva Sande recordó como coincidió con los otros dos compañeros de la banda en los pasillos de la comisaría donde prestaron declaración tras su detención.
El propio Guillermo Vázquez Bautista, quien ya cumple condena por estos hechos desde 1998, también declaró hoy ante el tribunal. Admitió su participación en el atentado y, ante las preguntas del fiscal, reconoció que Silva Sande, él y la también terrorista María Jesús Romero Vega formaban un comando de los GRAPO. Pese a ello, Vázquez Bautista, no supo decir si el acusado ocupaba un puesto de responsabilidad en la banda y aseguró no recordar si Silva Sande participó en los hechos enjuiciados hoy. "Yo preparé la bomba que puse yo, no recuerdo cómo se fabricaron las otras, yo recuerdo lo mio no lo de los demás", explicó.
También fue trasladada desde la cárcel hasta el juicio la tercera miembro del comando, María Jesús Romero, quien se negó a contestar las preguntas del fiscal. "No tengo nada que declarar, según sus leyes yo ya debería estar en la calle". Romero también fue condenada por este triple antentado en 1998 junto a Vázquez Bautista.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS.
El fiscal acusa a Silva Sande de desplazarse a Madrid en 1990 junto a Vázquez Bautista y Romero Vega con el objetivo de realizar varios atentados contra instituciones representativas del Estado. Por ello, el Ministerio Público le imputa además la posesión de material explosivo, temporizadores y detonadores que tenía almacenados y ocultos en otra vivienda de Madrid, extremo este que negó hoy el terrorista.
Finalmente, el 6 de septiembre de 1990, sobre las 12.00 horas, Silva Sande acudió a la Sede de la Bolsa de Valores de Madrid, donde dejó una bolsa con explosivos en los lavabos. Sus compañeros, Vázquez Bautista y Romero Vega, hicieron lo propio en los edificios del Tribunal Constitucional y el Ministerio de Economía y Hacienda. Las tres bombas explosionaron entre las 11.45 y las 12.00 horas de aquel día causando heridas de diversa consideración a siete personas y daños materiales que fueron cifrados en un total de 1.304.084 euros
"El hecho que hay que juzgar es la colocación de una bomba por Silva Sande en la Bolsa de Madrid y no otra cosa", reivindicó el abogado del terrorista, quien lamentó que el fiscal no hubiese presentado un informe dactiloscopio para comprobar si había huellas en el artefacto explosivo o en le piso que supuestamente compartían los tres terroristas.
Por su parte, en sus conclusiones finales, el fiscal hizo especial hincapié en las declaraciones de Vázquez Bautista, "ya que ha reconocido los hechos" y añadió que "esa prueba se ve corroborada por otros elementos como la detención de los terroristas o su reivindicación de los atentados a varios medios de comunicación". En esta causa también estaba personada la Abogacía del Estado, que se adhirió a la petición de la Fiscalía. Después de que el preso no ejerciese su derecho a la Última palabra, el juicio quedó visto para sentencia.