Fiscalía modifica su petición de sobreseer el caso Marbel y acusa a los imputados de abandonar incapacitados

Actualizado: lunes, 10 diciembre 2007 17:35


GIJÓN, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El juicio de la residencia de ancianos Marbel quedó suspendido hoy, a petición de la defensa, hasta el próximo lunes tras modificar su calificación el Ministerio Fiscal al retirar su petición de sobreseimiento del caso y presentar cargos contra los cuatro acusados, el matrimonio y las dos hijas que regentaban la residencia, por un delito de abandono de incapaces. La fiscal solicitó una pena de dos años de cárcel para el acusado al considerarlo autor de los hechos y un año y medio de prisión para su mujer y sus dos hijas, a las que imputa ser "cooperadoras necesarias" del delito.

Asimismo, la Fiscalía pide para los cuatro imputados la inhabilitación para el sufragio pasivo y la inhabilitación para desempeñar funciones de cuidado de ancianos durante el tiempo que dure la condena.

En este sentido, la Acusación Pública presentó cargos por unos hechos concretos acontecidos el 4 de abril de 2005, cuando supuestamente el acusado llevó a tres de los residentes, dos de ellos incapaces mentales, en una furgoneta monovolumen desde las 8.53 horas hasta las 13.50 horas. Según la fiscal, el hombre habría dejado a los ancianos en la furgoneta en el parking del supermercado Oblanca y luego los hubiera llevado por carretera hasta casi Albandi (Carreño) para hacer tiempo y así eludir una sanción administrativa, ya que en la residencia había más personas de las que figuraban en el permiso oficial.

Los hechos se remontan a 2005, cuando la residencia fue cerrada a raíz de la denuncia de una ex trabajadora y la Asociación de Personas Mayores Les Mariñes, de Quintueles, quienes llegaron a afirmar que algunas de las personas mayores eran dejadas durante horas en el interior de una furgoneta, en el parking del supermercado Oblanca.

La acusación particular elevó a definitivas su petición de tres años y medio de prisión para los acusados por los delitos de maltrato y abandono de incapaces mientras que la defensa mantuvo la inocencia de sus clientes. Las alegaciones serán presentadas el próximo lunes.

El abogado de la defensa, Ricardo González, explicó posteriormente a la prensa que había pedido el aplazamiento del juicio, que tendrá lugar el próximo lunes, debido a la modificación de la petición fiscal, para poder preparar las alegaciones, especialmente en lo que atañe a la inhabilitación para el cuidado de ancianos, que afectaría al trabajo actual de una de las acusadas. González dijo ser el primer "sorprendido", ya que la Fiscalía le había transmitido poco antes del juicio que no iba a modificar las calificaciones, aunque puntualizó que no había ningún acuerdo firme entre las partes.

TRATO "CORRECTÍSIMO".

Por otro lado, durante la vista oral de hoy declaró la sobrina de uno de los residentes de Marbel, Vicente Peralo. La mujer confirmó que no tenía "ninguna" restricción de horario para visitar a su tío y que tampoco había restricciones para acceder a cualquier espacio de la residencia. Asimismo, la testigo dijo estar "segurísima" de que en la residencia se cambiaban habitualmente las sábanas y que la ropa de su tío estaba limpia, además de que la comida era muy abundante y bien cocinada. También calificó el trato en la residencia de "correctísimo".

En cuanto al hecho de que su tío pasara mucho tiempo en un sofá reclinable, una de las bases de la acusación, la mujer explicó que debido a su estado de salud, sólo podía estar o en la cama o en el sofá, ya que en una silla normal se podía caer. Además, añadió que era "muy nervioso", por lo que ella muchas veces le acompañaba durante unas horas mientras él estaba en el sofá hasta que se tranquilizaba, y que a veces dormía la siesta en él.

También negó que su tío no tuviera una cama fija, aunque explicó que cuando empeoró su estado de salud pidió que le trasladaran de la habitación individual que tenía a otra donde había más residentes, para que no estuviera solo. En otras ocasiones, solicitó que le cambiaran la habitación para que estuviera siempre con residentes que llevaran más tiempo, ya que por su nerviosismo era mejor que conociera a sus compañeros de habitación.

De esta forma aclaró la testigo lo que dijo en su primera declaración ante el juzgado de Instrucción, en la que había dicho que su tío no tenía cama fija y que a veces dormía en el sofá. La mujer señaló que tal vez en esa ocasión no se explicó bien porque cuando ella estaba en el juzgado su tío estaba agonizando. "No le pude ver morir", indicó. "Nunca lo perdonaré porque mi tío no pudo morir en paz", agregó sobre la acusación contra la residencia.

La testigo también negó haber visto una furgoneta con una lona tapada en el jardín de la casa aunque reconoció que sabía que se sacaba a algunos residentes en ella. "La pena es que no podía salir mi tío", afirmó. Asimismo, la mujer confirmó que su tío dormía en un colchón antiescaras, en una cama articulada, pese a que la acusación particular indicó que no consta en el informe del caso que se hallara ese tipo de cama ni de colchón en la residencia cuando se realizó la inspección.