La Fiscalía pide siete años de cárcel para un pontevedrés acusado de abusos sexuales a su ahijada menor de edad

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 29 enero 2008 17:52

PONTEVEDRA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

Teodoro Mouriño Martínez, vecino del municipios pontevedrés de Mos, se enfrenta a una petición de condena de siete años de prisión que el Fiscal solicitó al considerarle culpable de un delito continuado de abusos sexuales contra su ahijada.

Durante el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia pontevedresa el acusado se declaró inocente, mientras que la joven ratificó a puerta cerrada todos los términos de la denuncia formulada en 2004.

La menor insistió en que desde que tenía diez años y hasta casi cumplir los 15, una vez a la semana, su padrino abusaba sexualmente de ella, lo que para el Fiscal Cesar del Pozo constituye una declaración "concluyente y creíble" ya que esgrimió que la chica "no tiene ninguna razón para mentir".

"Cuando alguien cuenta una mentira es para beneficiarse, pero ella solo obtiene perjuicios porque ha perdido una buena relación con unas personas que eran como de la familia", argumentó Cesar del Pozo.

Esta apreciación del Fiscal es contraria a la que expuso una psicóloga, Isabel Fernández, quien señaló que el relato de la chica es "altamente increíble" y reveló que no apreció en ella las consecuencias de sufrir durante tanto tiempo una situación tan grave.

"Una situación de esas, y más a esa edad, deja huella y se llama estrés postraumático", apuntó la psicóloga tras reiterar que esta joven no presenta ningún desequilibrio emocional.

La contundencia de esta experta fue reprobada por el Fiscal, quien consideró que la psicóloga hizo unas "disquisiciones demasiado avanzadas para lo que la ciencia permite".

Con igual contundencia el Fiscal desestimó la aportación de dos médicas forenses que hicieron un examen ginecológico a la joven, y remitieron al Instituto Nacional de Toxicología diversas pruebas para su análisis.

Los resultados de las analíticas señalaron que la chica tenía en la vagina restos orgánicos de un varón, pero descartaron rotundamente que pertenecieran al acusado. La tesis de la defensa, que solicitó la libre absolución, fue que la menor denunció a su padrino después de que fuera vista con un chico "en actitud poco adecuada", y ante el temor a que se lo contasen a su madre se adelantó "para quedar ante ella como una víctima".

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