Forense confirma que el fallecido en Córdoba en el caso del gorrilla murió de una puñalada directa al corazón

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 21 enero 2009 16:54

CÓRDOBA 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los forenses que acudieron hoy a declarar por el caso del gorrilla por supuestamente apuñalar y ocasionar la muerte de un hombre que se negó a pagar por aparcar su coche en Córdoba, afirmaron que la muerte es compatible con los dos supuestos que se barajan y confirmaron que el fallecimiento se produjo por una sola puñalada "directa al corazón".

Durante el juicio, matizaron que aunque la muerte del hombre por taponamiento cardíaco es compatible con los dos supuestos que desde el primer momento barajó la Fiscalía, es más probable que recibiera la mortal puñalada en pie y frente a su agresor, no sentado en el vehículo.

Consideraron que la agonía del hombre fue prolongada porque el taponamiento cardíaco que provocó la muerte fue parcial, por lo que la parada cardíaca tardó más en llegarle. Sí confirmaron que la muerte fue producida por una sola puñalada directa al corazón y requirió de gran fuerza para asestarla. También subrayaron que el fallecido tenía desgarros en la camiseta y en el cuello en señal de defensa.

Por su parte, otro forense declaró que tras hacerle los análisis, se detectó que la víctima había consumido cannabis y un cantidad elevada de alcohol.

Las partes en el caso, fiscalía, abogado del Estado, acusación particular y las dos defensas, han elevado a definitivas sus conclusiones, aunque el ministerio público acusa ahora directamente a los procesados por el delito.

Según la calificación del fiscal, los hechos comenzaron a principios de febrero de 2006 cuando la víctima aparcó su vehículo junto a la plaza de toros, donde Gregorio Avellán le pidió dinero por ello. Al decirle el fallecido que no tenía suelto, le contestó que no se hacía responsable de lo que le pasara al coche, por lo que discutieron al interpretarlo la víctima como una amenaza, llegando el procesado a arrojarle una botella de cerveza.

Posteriormente, el 27 de febrero, sobre las 18,00 horas, se encontraron de nuevo y volvieron a discutir por el mismo motivo. Así, sobre las 18,20 horas los dos procesados, junto con otros, que no han podido ser encontrados, supuestamente se dirigieron con armas blancas en busca de la víctima para darle un escarmiento.

Cuando se aproximaron a él, que se iba a subir en su coche junto con su pareja e hijo, el otro procesado, gritó "cogedlo", y rodearon el vehículo para impedirle la huida, esgrimiendo las armas blancas. Empezaron a golpear el coche con piedras y barras metálicas, mientras que Gregorio le gritaba "te vas a enterar, y ahora qué", añade la calificación.

Ambos iniciaron un forcejeo, en el transcurso del cual un tío de la víctima salió a la calle e interpeló a los agresores. En ese momento, el hombre supuestamente aprovechó para levantarse del asiento del conductor, pero Gregorio, "con la intención de causarle la muerte", le clavó una navaja de diez centímetros de hoja a la altura del tórax, lo que le causó la muerte por taponamiento cardíaco.

Aunque el herido presuntamente intentó atrapar a los agresores con una navaja y un destornillador, sólo pudo avanzar unos pasos y se desplomó. Ante esto, y cuando la víctima ya estaba tendida sobre el asfalto Gregorio manifestó "vámonos que ya está todo hecho".

Alternativamente, el ministerio fiscal expone otra versión de los mismos hechos. Según esta tesis, la víctima intentó defenderse con un destornillador largo y una navaja, armas con las que corrió detrás de los acusados. Pero al ponerse a la altura del procesado Ángel Trujillo, éste "con intención de causarle la muerte", le clavó supuestamente una puñalada a la altura del tórax que le causó la muerte casi instantánea.

En caso de que el jurado considere probado este supuesto, la acusación pública propone 29 años de cárcel, 15 años para Ángel y 14 para Gregorio por un supuesto homicidio. Si se estima el primero, el fiscal pide 20 para Gregorio y 17 para Ángel por un delito de asesinato. Por su parte, las defensas de los acusados piden la libre absolución.

El juicio está previsto que concluya mañana con la exposición de los informes finales de los letrados.

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