PONTEVEDRA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El joven de A Illa de Arousa Cristian Willisch se encontraba en estado de "embriaguez manifiesta" cuando, hace dos años, murió a causa de una puñalada que le propinó Antonio P., otro joven arousano vecino de Vilanova para quien la Fiscalía pide 15 años de prisión por homicidio.
Hoy en la última fase del juicio celebrado en la Audiencia pontevedresa, antes de que el jurado popular se retire a deliberar un veredicto, los peritos indicaron que la prueba de alcoholemia que se practicó al cadáver dio un resultado de 1,91 miligramos de alcohol por litro de sangre.
Los médicos puntualizaron que el alcohol no tiene los mismos efectos en todas las personas, pero señalaron que "con una alcoholemia de 1,75, un 75 por ciento de la población ya presenta síntomas y signos clínicos de embriaguez".
En opinión de los peritos ese estado de embriaguez de la víctima pudo ralentizar sus reflejos y por eso no se defendió de la agresión, aunque precisaron que también pudo ser "porque la víctima no tuvo tiempo u oportunidad de evitar el golpe" que, según aseguraron, fue "preciso y con mucha fuerza".
"FUERZA IMPORTANTE"
Esta última aseveración la basan en que la puñalada afectó a la estructura ósea, y "precisa una fuerza importante para aserrar con tanta energía una costilla", dijeron los expertos que, de ese modo, descartaron que la puñalada fuera accidental.
Respecto al autor confeso de la agresión, Antonio P., pese a que él aseguró que estaba borracho como "casi todos los fines de semana", los médicos no lo pudieron corroborar porque inmediatamente después de apuñalar a Cristian Willisch huyó, y cuando se entregó al día siguiente no presentaba ningún síntoma.
En todo caso, a preguntas del fiscal, los peritos forenses manifestaron que "hay personas que con elevados niveles de alcohol pueden realizar actos complejos, como propinar una puñalada certera".