PARIS, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una o varias personas aprovecharon el salón mundial de la seguridad interior (Milipol) celebrado la pasada semana en París para llevarse varias armas y material informático "sensible", a pesar de que el lugar era probablemente el que contaba con más policías y expertos de seguridad por metro cuadrado de toda Francia. La división de la Policía judicial de París se ha hecho cargo de la investigación.
Según informa en su edición de hoy el periódico galo 'Le Parisien', han desaparecido un revólver de la marca Taurus calibre 38 especial y una mira telescópica, dos pistolas Walther de calibre 22 de fabricación alemana y una cuarta arma robada también en un stand alemán de la empresa Unique-Alpine, en concreto un fusil de precisión usado sobre todo por las tropas de montaña. Esta sofisticada arma se robó sin cargador, sin munición y parece que sin el percutor, lo que la hace prácticamente inutilizable.
Los participantes en el salón consideran también preocupante la desaparición de material informático del expositor de una compañía francesa especializada en análisis de la red que trabaja básicamente para organismos gubernamentales, porque el ordenador robado contiene "datos sensibles".
Todavía no se sabe si esta serie de robos se ha cometido por una misma banda que tendría claro el objetivo o si se trata de individuos aislados que aprovecharon el salón para llevarse cosas.
Milipol es un prestigioso foro internacional donde fabricantes de armas, empresas especializadas en seguridad y lucha contra el terrorismo, de tecnología informática puntera o de vigilancia exponen sus últimos productos. El salón tuvo lugar la pasada semana en la puerta de Versalles y fue inaugurado por la propia ministra francesa del Interior, Michelle Alliot-Marie.
La desaparición de las armas y del material informático se descubrió en el momento de hacer inventario y parece que el ó los malhechores se colaron entre el público para consumar el robo. Los hechos, denunciados por los expositores afectados, se habrían cometido durante la noche del 11 al 12 de octubre pasados, justo el día antes de la clausura de Milipol, a pesar de que había guardias de seguridad.
