Fundación Fernando Buesa denuncia la situación de "bloqueo y estancamiento" en el camino de la desaparición de ETA

Dice que la banda sigue "su lenta agonía", pero no se disuelve, y Sortu logra "significativas cuotas de poder", sin autocrítica

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 29 mayo 2014 16:18

BILBAO, 29 May. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Fernando Buesa ha denunciado la situación de "bloqueo y estancamiento" en el camino de la desaparición de ETA y de la construcción de la convivencia, y cree que "es el momento" de exigir a instituciones y partidos "diálogo y acuerdo sin renuncia a principios básicos de respeto a los derechos humanos", y al Estado de Derecho. Además, ha destacado que la banda sigue "su lenta agonía", pero no se disuelve, y Sortu logra "significativas cuotas de poder", sin "hacer autocrítica de su apoyo al terrorismo".

En el editorial de su revista, titulado "Estancamiento, consenso y preocupación", la Fundación recuerda que hace ya 30 meses que ETA declaró el final del terrorismo "ante la actuación decidida y eficaz del Estado de Derecho y el dilema de Sortu que sabía que no podría hacer política con ETA activa".

A su juicio, el final de la actividad de la banda, por "la combinación de derrota policial y presión de su brazo político", ha traído al País Vasco "una sensación de alivio enorme y ha mejorado sustancialmente la vida de los amenazados".

No obstante, destaca que, casi tres años después, "muy pocas cosas se han movido en el final definitivo de la banda armada". "ETA continúa su lenta agonía, pero se niega a disolverse y Sortu alcanza significativas cotas de poder, pero se niega a hacer autocrítica de su apoyo al terrorismo", ha apuntado.

EL GOBIERNO Y LA VÍA NANCLARES

Por otro lado, señala que "el Gobierno de España, responsable de la política penitenciaria, silencia a los miembros de la denominada vía Nanclares que constituyen el modelo a seguir en el futuro y no avanza hacia su reinserción, como establece la Constitución".

Asimismo, remarca que el EPPK, Colectivo de Presos de ETA, "dice que acata la legislación penitenciaria, pero no se mueve en esa dirección", mientras que el Gobierno vasco aprueba un Plan de Paz y Convivencia "que no ha buscado generar consensos sobre bases sólidas, ni ha conseguido establecer un camino consensuado hacia la definitiva desaparición de ETA y hacia la construcción de una convivencia en paz y en libertad".

Este colectivo también critica que en el Parlamento vasco "el disenso es más que evidente". "La negativa de la antigua Batasuna a asumir el denominado 'suelo ético', el abc de la democracia, ha traído como consecuencia la ruptura del consenso entre quienes lo tejieron en 2012".

"Y es obvio pensar que, si esa negativa ha conllevado la ruptura del consenso entre el resto de grupos parlamentarios, Sortu no sienta ninguna necesidad de hacer autocrítica", añade.

La Fundación Fernando Buesa también llama la atención sobre el hecho de que la sociedad vasca dé "por terminado el terrorismo y centre más su atención en la crisis económica que en la construcción de la convivencia". "Y, como consecuencia de esa misma crisis, algunas organizaciones de la sociedad civil involucradas en la paz y la convivencia, han desaparecido y otras pasan serias penurias", recuerda.

En este contexto, subraya que las víctimas del terrorismo "ven alterada su satisfacción por la derrota de ETA por el disenso entre quienes han sido históricamente sus referentes". "Dicho desasosiego produce, en algunas ocasiones y en algunos colectivos, una cierta radicalidad que comprendemos, aunque no compartamos", asevera.

A su entender, el Día de la Memoria "puede ser un claro ejemplo de disenso". "Los Lugares de Memoria están paralizados, el Memorial de Víctimas no termina de arrancar, y el Instituto de la Memoria y la Convivencia está varado en el Parlamento", añade.

CONSENSOS

Por todo ello, cree que existe "una situación de bloqueo, de estancamiento en el camino de la desaparición de ETA y de la construcción de la convivencia", y lamenta que las instituciones y los grupos políticos no sean "capaces de consensuar en tiempo de paz lo que sí hacían en tiempos de terrorismo".

Ésta es, según asegura, una situación "que preocupa seriamente" a la Fundación que, en numerosas ocasiones, ha solicitado "de instituciones y partidos diálogo y acuerdo sin renuncia a principios básicos de respeto a los derechos humanos, y a los principios y valores del Estado de Derecho".

"Pensamos que ha llegado el momento, no sólo de solicitarlo, sino de exigirlo porque nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Y la forma en que se produzca el final definitivo de ETA influirá de manera nítida en la salud democrática de las siguientes generaciones", afirma.

En esta línea, ha precisado que, no se es capaz de "afirmar con rotundidad que matar estuvo mal", se mantendrán "rescoldos de odio y fanatismo que dificultarán la convivencia entre diferentes en una sociedad tan plural como la vasca".

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