Gallardón cree que "civilización, paz y prosperidad" prevalecerán "a largo plazo" en el Líbano

Actualizado: lunes, 19 octubre 2009 21:00

El presidente libanés aspira a una "mayor cooperación" entre las ciudades españolas y las de su país en urbanismo y medio ambiente

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se mostró hoy convencido de que "civilización, paz y prosperidad" serán los valores que, por estar "muy arraigados en la tradición y la personalidad libanesas, prevalecerán a largo plazo", y así se lo hizo hoy saber al presidente del país del cedro, el general Michel Sleiman, durante su visita a la Casa de la Villa, donde le entregó las Llaves de Oro de la ciudad.

Sleiman, que llegó acompañado por su mujer, Wafaa Sleiman, fue recibido a las puertas de la Casa de la Villa por el primer edil y los portavoces de los tres grupos municipales: Manuel Cobo (PP), David Lucas (PSOE) y Ángel Pérez (IU). Para rendirle honores, se convocó a la Unidad Central de Seguridad de la Policía Municipal, a la Banda y al Escuadrón, montado a caballo.

Después, el líder libanés firmó el Libro de Honor del Ayuntamiento madrileño en el Salón de Goya para, acto seguido, dirigirse al Pleno, donde ya los esperaban los miembros de la Corporación municipal, de la delegación libanesa y de la embajada en España.

"El Líbano fue germen de civilización, paz y prosperidad, y esos elementos están tan arraigados en la tradición y la personalidad libanesas que estamos seguros de que son los que, a largo plazo, prevalecerán", afirmó Gallardón, para insistir a continuación en su "convicción" de que "la apuesta por el diálogo, el entendimiento y la cooperación entre ciudadanos de distintos orígenes, razas y lenguas tiene al final la recompensa de una convivencia pacífica y fructífera".

A continuación, destacó los vínculos que unen a lo largo de la Historia a las dos naciones a través del Mediterráneo, especialmente en la época de los asentamientos fenicios en las costas españolas, semilla de la creación de ciudades como Cádiz o Málaga, así como los intercambios culturales que dieron lugar al descubrimiento en la Península del comercio, las capacidades de navegación o el primer alfabeto.

DESAFÍO TERRORISTA

"Líbano y España son países que mantienen excelentes relaciones", subrayó el regidor madrileño, agradeciendo el aprecio que Sleiman tiene por "las labores que, en misión de paz, realiza el cuantioso contingente de tropas españolas en el sur del Líbano" y que "ya ha pagado un doloroso tributo de sangre al terrorismo".

Tras recordar que en 2006 Madrid contribuyó a las ayudas de emergencia para la población civil tras la última guerra, Gallardón aludió al ex primer ministro Rafiq Hariri quien, "poco antes de su trágico asesinato", visitó Madrid y el monumento a las víctimas del 11-M. "Solidaridad que agradecimos y valoramos como propia de un pueblo que periódicamente ha sufrido también los embates del terrorismo".

Por ello, reconoció el "paciente trabajo" del presidente libanés por "enfrentarse a ese desafío" y se mostró convencido en que, pese a las "dificultades y desafíos", la nación libanesa será capaz de "consolidar su propio camino hacia la paz", así como "conquistar la autonomía nacional y hacer irreversible la superación del estado de violencia y sufrimiento" de las últimas décadas.

"Su pueblo ha dado muestras de una extraordinaria capacidad para recuperarse. Los fenicios recibían su nombre de la púrpura con que comerciaban, y a la que los griegos llamaban fénix, es decir, la misma palabra que designa al ave mítica capaz de renacer de sus cenizas y recuperar su esplendor y vitalidad", explicó, antes de manifestar sus "mejores deseos de paz y prosperidad" y entregar las Llaves de Oro de la capital a Sleiman.

MÁS COOPERACIÓN

Por su parte, el presidente del país del cedro agradeció las palabras de Gallardón y, antes de hacerle entrega de una metopa con el escudo libanés, reconoció el interés de Madrid y de España por conseguir "una paz justa y global en Oriente medio", como se puso de manifiesto en la conferencia de Madrid de 1991.

"En ella se basaron los líderes árabes para lanzar su iniciativa histórica para la paz, en Beirut en 2002, la cual, hasta la fecha, no ha recibido una respuesta por parte israelí, que mantiene su intransigencia y sus prácticas contrarias al derecho internacional", cargó Sleiman.

En cualquier caso, aprovechó la visita para resaltar la "civilización y belleza que desborda" la capital, sus grandes logros deportivos --"Es natural que siga con su empeño, que apoyamos firmemente, para consagrarse como uno de los centros principales de actividad deportiva mundial", afirmó en referencia a la candidatura olímpica-- y la "profunda amistad" entre ambas naciones.

Por ello, explicó su "aspiración" a conseguir "una mayor cooperación entre las ciudades de ambos países en los distintos ámbitos, especialmente en urbanismo, protección del medio ambiente y espacios verdes", tanto a nivel bilateral como en el marco de la Unión Europea durante la Presidencia española "por el bien y el progreso" de ambos pueblos.

Finalmente, agradeció a los madrileños el "acogimiento" a los libaneses que viven en la ciudad, que definió como "abierta y vital y con gran capacidad para acoger gente de distintas culturas", y consideró que Madrid "puede ser un amplio puente cultural, económico y humano para millones de personas en la diáspora libanesa en los países de habla hispana".