MADRID 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El juez de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha abierto diligencias para investigar el envío de tres sobres con falso ántrax a la sede judicial, que pasaron los controles de seguridad, en un fallo que ha provocado la destitución del comisario jefe de seguridad, José Antonio D.M., informaron fuentes jurídicas.
Los tres sobres llegaron el pasado viernes, uno de ellos dirigido al presidente de la Audiencia Nacional, Angel Juanes, otro para el magistrado Fernando Grande-Marlaska y el tercero, para el juez Ismael Moreno. Según otras fuentes, esta situación ha provocado también el cese de un inspector jefe de seguridad.
Garzón, que se encontraba de guardia en el momento en que se produjeron los hechos, ha abierto una investigación por un presunto delito de amenazas, al objeto de indagar quién o quiénes pudieron enviar las cartas a los tres magistrados con el polvo sospechoso, que resultó ser inocuo, y con qué objetivo. Para ello, ha dado trámite a la Fiscalía para que califique los hechos y se pronuncie sobre la competencia de la investigación.
JUANES ABRIÓ UN SOBRE
Las sobres, sin remitente, pasaron sin problemas el control en la entrada del edificio y llegaron a los despachos de los magistrados. El propio presidente de la Audiencia Nacional llegó a abrir uno de ellos y al ver que eran unos "polvos", avisó a los agentes de seguridad, que enviaron las tres cartas a la Dirección Adjunta Operativa (DOA) de la Policía, donde fueron analizadas.
Según publica hoy 'El Mundo', los sobres fueron traslados en un vehículo sin protección a la sede de la DOA y fueron abiertos por la secretaria del director adjunto de la Policía, comisario Miguel Angel Fernández Chico. Los servicios policiales detectaron que era una falsa alarma.
Fernández Chico llamó por teléfono el pasado lunes a Juanes para informarle de que se había ordenado el cese del comisario jefe porque no se habían seguido las normas de protocolo en la seguridad.
Fuentes de la Audiencia Nacional indicaron que la falsa amenaza era "muy burda" y que por eso no se activó el protocolo de seguridad, que hubiera requerido el desalojo de las instalaciones, al tiempo que añadieron que es habitual que lleguen cartas sospechosas a este tribunal.