Garzón.- La Fiscalía pide que se archive la causa contra Jiménez Villarejo por calumnias contra el Supremo

Achaca a la "autocrítica" que el ex fiscal mencionara la complicidad de los tribunales con torturas durante el régimen de Franco

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 19 enero 2011 16:01

MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Pablo Ruz que archive la causa abierta contra Carlos Jiménez Villarejo por un presunto delito de calumnias e injurias a los magistrados del Tribunal Supremo. El ex fiscal fue denunciado por el sindicato Manos Limpias y un particular por los ataques que profirió contra el alto tribunal durante un acto de apoyo al juez Garzón celebrado el pasado mes de abril en la Universidad Complutense de Madrid.

En dicho acto se señaló por los participantes que los jueces del Tribunal Supremo que habían admitido la querella contra Garzón por una supuesta prevaricación al investigar los crímenes franquistas habían dado "un golpe brutal a la democracia" y se habían convertido en "instrumento al servicio de la actual expresión del fascismo español".

El alto tribunal resolvió el pasado mes de diciembre que fuera la Audiencia Nacional la encargada de tramitar la querellas presentadas en su día por el sindicato al considerar que la competencia correspondía a este órgano ya que las críticas del ex fiscal podían encajar en un delito tipificado en el artículo 504.1 del Código Penal (calumnia o injuria al Tribunal Supremo).

El escrito remitido por Fiscalía al juez Ruz destaca que las expresiones proferidas por Jiménez Villarejo "no son ultrajantes ni aparecen como objetivamente injuriosas de forma clara e inequívoca".

El fiscal Carlos Bautista añade que el discurso de Jiménez Villarejo durante el acto celebrado en la Universidad Complutense está amparado por la libertad de expresión y "hasta podrían parecer pertinentes en el discutible discurso intelectual" del ex fiscal que comparó la inactividad de la Justicia durante el régimen de Franco con la "anómala" actividad del poder judicial en la causa seguida contra Garzón.

En su querella, Manos Limpias señalaba que Jiménez Villarejo "acusó públicamente" a los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de ser "cómplices de las torturas" en la época franquista.

También indicaba que "en el conflicto entre el derecho al honor y el derecho a la libertad de expresión, es pieza fundamental la veracidad de la manifestación y, si la veracidad del hecho denunciado no tienen consistencia alguna, debe de prevalecer el derecho al honor".

En este sentido, el sindicato consideraba que el acto público celebrado en la Universidad Complutense "en alguna de sus intervenciones, no está amparado en el derecho a la libertad de expresión". Asimismo, argumentaba que el desarrollo del mismo "supuso un ataque y subversión" del sistema democrático español y "una coacción a los miembros de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, un llamamiento a la Sociedad Española de enfrentamientos, la comisión de delitos e injurias", es decir, "una incitación al golpismo" contra la democracia.

El fiscal agrega que tampoco puede considerarse delictivo el hecho de que Jiménez Villarejo asegurara que el Supremo actuaba en el caso de Garzón como "un instrumento de la expresión actual del fascismo español" ya que el ex fiscal "no se refiere sino al hecho objetivo de que una de las querellas presentadas contra el magistrado se ha formulado por el partido político Falange Española, que recoge en su ideario los principios ideológicos de José Antonio Primo de Rivera.

AUTOCRÍTICA

El escrito también destaca que si Jiménez Villarejo mencionó que jueces y fiscales habían incurrido en complicidad con las torturas llevadas a cabo durante la época de Franco pudo hacerlo desde la "autocrítica" ya que el mismo ejerció antes del año 1975.

"Dicha crítica, dura y áspera, sólo es entendible desde una perspectiva en cierto modo autocrítica", dice el fiscal que añade que Jiménez Villarejo no se refiere en ningún momento a que sea la actual Sala II del Tribunal Supremo la que cometió actos de encubrimiento de torturas.

"Las expresiones deben enmarcarse en lo que es una crítica a las decisiones de los poderes públicos, que están sujetos a la legímita crítica", añade el escrito que recuerda que en el momento en que se celebró el acto existía una "intensa polémica" por la imputación de un magistrado de la Audiencia Nacional.

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