Gobierno vasco cree que si no se reconoce a las víctimas será "complicada" una "convivencia seria" en Euskadi

Josu Erkoreka
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 27 febrero 2013 12:17

BILBAO, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, se muestra convencido de que se debe reconocer que las víctimas "son acreedoras de un reconocimiento y un estatus especial" y advierte que, de lo contrario, "será probablemente muy complicado platear una convivencia seria de cara al futuro" en Euskadi.

En una entrevista a RNE, recogida por Europa Press, Erkoreka ha dicho que el Ejecutivo al que pertenece es "consciente" de la dificultad de conseguir una convivencia normalizada en Euskadi, tras años de violencia. "Es un reto impresionante que no puede resolver por sí solo, puede pilotarlo, puede gestionarlo", ha dicho.

Con este objetivo, ha asegurado que el Gabinete Urkullu ha propuesto "todo un programa de contactos con los sectores sociales, y con los partidos políticos, singularmente con los grupos parlamentarios" para trabajar las "complicidades" y "consensos".

Los resultados, según ha reconocido, no se producirán "en un brevísimo plazo, no probablemente en esta legislatura", pero ha esperado que "puedan marcar la ruta para avanzar, restañar las heridas e ir sentando las bases de una convivencia sana, que sea capaz de superar el pasado sin olvidarlo".

"Es una tarea que no se va a poder desarrollar con eficacia de la noche a la mañana, es un empeño necesariamente colectivo en el que tendrán que implicarse todos, cediendo todos y en el que todos tendremos que trascender posiciones particulares en la búsqueda del bien común", ha puntualizado.

CONVIVENCIA

Para Erkoreka, "la dificultad" para lograr una convivencia y normalización política es "notable" porque los puntos de partidas "son heterogéneos".

A su juicio, "lo menos importante" es "la semántica o terminología que pueda utilizar" la izquierda abertzale, con alusiones a la "lucha" porque "eso forma parte de una cierta tradición de la izquierda irredenta que considera que su misión en la vida y la política consiste, básicamente, en luchar".

Sin embargo, sí ha admitido que "hay actitudes de fondo que dificultan, constituyen obstáculos reales" para que se dé "esa aproximación y concordia" imprescindibles para "sentar las bases de una convivencia civilizada". "La tarea no va a ser fácil", ha insistido.

Respecto a las víctimas, ha advertido de que se debe asumir "que son acreedoras de un reconocimiento y un estatus especial de todo lo que tiene que ver con la memoria y con lo que la sociedad les debe, como colectivo que padeció los zarpazos de una violencia injusta infundada, de finalidad política, pero que desatendió el más mínimo requerimiento ético".

"Eso tiene que asumirse y formar parte de la bases compartidas sobre la que descanse la convivencia futura. Y si eso no se asume, será probablemente muy complicado platear una convivencia seria de cara al futuro", ha concluido.