Grupo de cristianos del PSOE pide a los católicos que discrepan de la Iglesia a que tomen posición

Actualizado: jueves, 3 enero 2008 11:41

MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El coordinador del grupo de Cristianos Socialistas del PSOE, Carlos García de Andoin, animo hoy "encarecidamente" a todos los cristianos católicos "que discrepan con sensatez del rumbo que está tomando la Iglesia católica en España a tomar posición tanto dentro de ella como en la sociedad". Añadió que "el silencio no es evangélico, menos aún cuando hay quienes están usurpando el nombre del Evangelio y abusando del sentido de fidelidad y comunión de la mayoría de los cristianos católicos".

Segun el político socialista, "la mayoría de los católicos, incluidos presbíteros, religiosos, laicos y parte de los obispos no comparte el espíritu de un acto realizado bajo el sesgo sectario y fundamentalista de algunos movimientos católicos", al tiempo que incide en que "los católicos presentes en Madrid se representan a sí mismos, no al conjunto de la Iglesia católica".

"La visión cristiana sobre la familia es una propuesta positiva y enriquecedora para la vida social, pero esta pierde credibilidad cuando en lugar de ser un ofrecimiento a la libertad por la vía del testimonio o de la declaración se usa, por parte de representantes de la Iglesia, como elemento de confrontación social y política", afirmó De Andoin, para quien "el amor familiar cristiano tiene capacidad para acoger y promover en su seno los valores positivos presentes en el cambio cultural, tal como es la libertad del amor y la emancipación de la mujer".

Cristianos Socialistas expresa que comparte "las políticas llevadas a cabo en esta legislatura en favor de la conciliación entre la vida laboral y familiar, la ampliación de derechos, la lucha contra la violencia de género, el apoyo a las situaciones de dependencia y la educación de los hijos en una ciudadanía activa".

"La preocupación ética por el derecho a la vida del no nacido, por la investigación médica embrionaria o por la alta tasa de divorcios reclaman políticas activas que deben escapar en efecto del pragmatismo relativista, pero también del moralismo legalista", concluye De Andoin.