La hija del homicida de Salt (Girona) dice que su padre quería "eliminar de la faz de la tierra" a su madre

Actualizado: martes, 28 junio 2011 18:47

GIRONA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

La hija del acusado de matar a su mujer a cuchilladas en una calle de Salt (Girona) ha declarado este martes en la Audiencia de Girona que la noche antes del crimen, ocurrido el 31 de mayo de 2010, el procesado le pidió que cuidara de sus hermanos ya que "tenían toda la vida por delante" y que no se preocupara por su madre ni por él "porqué los dos habían vivido lo que les tocaba".

La chica, de 21 años, también ha comentado que dos o tres días antes de los hechos, cuando el hombre supo que su mujer quería dejarlo definitivamente dijo: "Si no hay esperanza, la eliminaré de la faz de la tierra".

Una versión que contrasta con la que dio ayer el procesado, quién aseguró que perdió el control de sí mismo cuando descubrió que su mujer le había estado engañando durante 16 años y negó que la hubiera insultado, amenazado o pegado durante los 27 años de matrimonio.

Sino se hubiera marchado "porqué era libre para irse", afirmó, y señaló que la mujer se marchó de casa y que él se desesperó al ver que la víctima no quería verle ni darle explicaciones de lo sucedido.

El matrimonio, que en el momento del crimen estaba en trámites de separación, tenía cuatro hijos --los tres pequeños vivían en Salt y el mayor estaba en Marruecos--.

La hija ha comentado que su padre siempre se portó bien con ella y sus hermanos, pero que este trato se diferenciaba mucho al que tenía con su madre.

Ha expuesto que el procesado era muy controlador y que no se fiaba de su mujer y que incluso la seguía por la calle y la vigilaba; tampoco le gustaba que fuera a comprar sin la roba característica de Marruecos ni que saliera a la calle con pantalones ajustados o jerséis cortos.

Según la joven, su madre le explicaba que el padre la tenía atemorizada, aunque esto ella nunca lo vio directamente, y que según lo que le contaba la víctima, la situación empeoró cuando ésta se marchó a Bélgica y decidió separarse del procesado, ya que "no aguantaba más y tenía miedo".

Lo que no ha sabido explicar la hija de la pareja es de quién era un número de teléfono que encontró el acusado en el abrigo de la mujer, dice que no sabe si era de un supuesto amante de su madre.

Finalmente, la muchacha ha admitido estar "enfadada" con su padre por lo que hizo y que siente rabia.

El procesado se enfrenta a una pena de hasta 23 años de cárcel por los delitos de asesinato, violencia psíquica y física y amenazas, y el juicio con tribunal popular continuará hasta el 1 de julio.