BARCELONA 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de matar a puñaladas a un joven y después robarle el 3 de marzo de 2006 en la montaña de Montjuïc de Barcelona reconoció hoy ser el autor material del crimen, si bien aseguró que su intención no era matarlo y que no fue consciente de lo ocurrido hasta después ser arrestado por los Mossos d'Esquadra.
El procesado, José Ramón V.C., explicó al jurado popular que desde hoy juzga su caso en la Audiencia de Barcelona, que esa tarde fue a la Zona Franca provisto de un cuchillo de cocina para intimidar a Gregorio, un hombre que le debía 700 euros por unas reparaciones que le había hecho.
El acusado, que desde hacía tiempo se encontraba en una situación económica precaria, reconoció que se puso "histérico" ante la negativa de Gregorio, ya que si bien se trataba de una "miseria", esa cantidad le habría permitido pagarse una habitación donde poder dormir.
Tras consumir alcohol y un gramo de cocaína, sustancia que tomaba cuando "estaba deprimido y quería olvidar", José Ramón V.C. fue a visitar a su hermano, que vivía cerca del lugar del crimen, cuando se tropezó con la víctima, José Luis F.S., con quien intercambió unos insultos.
El procesado aseguró que el joven se le abalanzó y que sacó el cuchillo con la intención de "asustarle" y que fue él mismo el que se asustó cuando lo vio caer al suelo tras apuñalarle. Seguidamente, se marchó del lugar con la bolsa de la víctima, que abandonó tras coger el billetero, y tiró el cuchillo en un contenedor.
Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso de que un hombre yacía herido por arma blanca en el suelo del paseo de Santa Madrona, junto al Instituto Cartográfico de Catalunya y el Teatre Lliure, poco después de las 20.10 horas.
La detención se produjo el 26 de marzo de 2006, sobre las 8.50 horas, en la calle Almogàvers de Barcelona, en el barrio del Poblenou. Según parece, el hombre acudía a menudo a los albergues municipales para 'sin techo', y aquella noche la pasó en un albergue de la misma calle Almogàvers, donde fue detenido y le encontraron el monedero de la víctima.
A pesar de la versión del acusado, la acusación particular considera probado que el hombre ya tenía la intención de robar, una versión que habrían corroborado varios testigos presenciales que aquella noche pasaban por la zona o iban al Teatre Lliure. Algunos de estos testigos, citados por la Policía, identificaron "claramente" al acusado en una rueda de reconocimiento.