Un hombre acusado de secuestrar, amenazar y maltratar a su mujer en Torredonjimeno niega estas imputaciones

Actualizado: martes, 6 marzo 2007 15:49

JAÉN, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un vecino de Torredonjimeno (Jaén) negó hoy haber secuestrado, amenazado y maltratado a su mujer, imputaciones por las que el ministerio fiscal solicitó inicialmente la imposición de una pena de siete años y medio de prisión.

En el juicio, que se celebró hoy en la Audiencia Provincial de Jaén, el procesado manifestó que todas las acusaciones son "mentira" y definió como "normal" la relación que tenía con su mujer. Así, expuso que aunque discutían, nunca la agredió.

No obstante, la mujer indicó que los insultos, golpes y amenazas eran habituales y "por cualquier motivo". Además, señaló que esta situación la vivió desde que se contrajeron matrimonio pero que se agravó cuando murió su madre, mujer que falleció a manos de su marido, quien tras disparar a la madre de la denunciante se disparó a sí mismo y murió días después.

Así las cosas, la víctima relató que le profería amenazas de muerte como que iba a seguir el mismo camino que su madre, además de darle golpes, patadas y empujones que hicieron que en dos ocasiones se quedara sin respiración, según afirmó. De hecho, expuso que su marido no le permitía que fuera a trabajar y que si no cortó antes la relación fue porque tenía miedo o por la dependencia que sentía.

En este contexto, relató que en septiembre de 2005 fue cuando propuso que se separaran al seguir agravándose las agresiones, pero que el día de antes de ese juicio él la engañó para que se subiera a su coche y que en contra de su voluntad la llevó hasta fuera de la localidad, si bien finalmente ella pudo bajarse del vehículo al detener él el coche.

Esta mujer indicó en último lugar que, tras esta relación, siempre va con un sistema GPS que está permanentemente conectado a una central de atención con el fin de que si se siente en peligro puede pulsar un botón para pedir ayuda, aunque matizó que no ha tenido que usarla nunca.

Ante estos hechos, el ministerio fiscal solicitaba inicialmente una pena de siete años y medio de prisión por un delito de malos tratos habituales, otros dos de maltrato, uno de amenazas y otro de secuestro mientras que la acusación particular eleva su petición a los 13 años.