El indigente acusado de matar a puñaladas a un amigo en Tremañes (Gijón) reconoce los hechos y dice estar arrepentido

La defensa pide la libre absolución mientras que la acusación particular pide 20 años de cárcel, cinco más que la Fiscalía

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 17 septiembre 2009 20:02

GIJÓN, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Fiscalía, acusación particular y defensa mantuvieron sus calificaciones en el juicio celebrado hoy, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, contra el indigente acusado de matar en 2008 a un amigo a puñaladas en la vivienda de éste último en Tremañes. El imputado reconoció los hechos y dijo sentirse arrepentido de lo que había hecho, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La defensa de Rafael G.S, por su parte, intentó demostrar que su cliente actuó bajos los efectos del alcohol y de varios medicamentos, para que se aplique la eximente completa por intoxicación farmacológica o etílica. El abogado, José Armando García Roces, pidió la libre absolución. En caso de condena, solicitó que se aplique la atenuante de confesión de los hechos y que la pena no exceda de dos años y medio de cárcel.

En este sentido, un amigo del acusado, también indigente, manifestó haberle acompañado el día que ocurrieron los hechos desde aproximadamente las 8.00 a las 16.00 horas, y aseguró que el imputado había consumido bastante cantidad de medicamentos y alcohol.

Asimismo, destacó el hecho de que los análisis médicos que le hicieron en el hospital de Jove confirman el consumo de canabis y tranquimazín. En cuanto al alcohol en sangre, dio positivo también, además de confesar haber fumado "unos porros".

Durante su declaración, señaló que la discusión se inició por un préstamo de 20 euros, aunque posteriormente salieron a relucir otros temas y radicalizándose la situación hasta que el imputado apuñaló a su amigo.

También relató el acusado que otras veces la víctima, a la que conocía desde hace ocho años, le había prestado dinero sin problemas y que incluso utilizaba una cartilla bancaria y una tarjeta de crédito del fallecido, de la que sabía el número 'pin'.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la abogada Bibiana de la Puente, rechazó que el imputado actuara bajos los efectos de alcohol o tranquilizantes, y pidió 20 años de prisión, al considerar que se trata de un homicidio con la agravante de ensañamiento.

Aunque el forense en el juicio no pudo determinar cual de las ocho puñaladas fue la que le causó al muerte, señaló que la víctima falleció por taponamiento de las vías por encharcamiento de sangre.

También indicó que la víctima padeció "bastante sufrimiento", además de encontrar en la barbilla la huella del zapato del acusado, como de haber ejercido presión en el mentón para sujetarlo. Por parte de la Policía Científica, que testificó desde Madrid a través de videoconferencia, los agentes certificaron que la sangre hallada en el piso y la ropa correspondía a la víctima.

También la acusación particular recalcó el hecho de que los agentes de la policía que acudieron al lugar y a los que el imputado preguntó por un cajero tras cometer el crimen, así como la médico que le atendió en el hospital de Jove, coincidieron en afirmar que se veía al acusado como una persona "tranquila y colaboradora".

Además, reseñaron que tenía un habla "normal" y que no tenía rasgos externos de estar bajo los efectos de alcohol o sustancias tóxicas. De la Puente destacó el que la prueba de alcoholemia practicada en el hospital diera un resultado de 0,05, unas horas después del crimen.

Por su parte, el Ministerio Público solicita una pena de 15 años de prisión para Rafael G.S. por un delito de homicidio y once meses de prisión por un robo con violencia en grado de tentativa, al coger supuestamente el acusado la tarjeta de crédito de la víctima pero no poder hacer uso de ella.

Además, la Fiscalía pide una indemnización para el hermano del fallecido de 100.000 euros, la mitad de lo que solicita la acusación particular. También la acusación particular imputa al acusado un robo con violencia, pero en este caso consumado, por el que pide dos años de cárcel.

Supuestamente, el procesado robó una tarjeta de crédito de la víctima pero al primer cajero que fue estaba estropeado, tras lo que preguntó a unos policías dónde estaba el cajero de esa sucursal más próximo, Una vez allí, al desconocer el código 'pin', el cajero se tragó la tarjeta, por lo que no pudo obtener el dinero.

En cuanto a los hechos, ocurridos el 6 de enero de 2008, el acusado confesó a la Policía ser el autor de la muerte de Constantino Jesús Mesa Vega, de 59 años, con el que tenía amistad desde hacía unos ocho años y el cual le acogía esporádicamente en su casa.

En un principio se había especulado con que eran pareja, aunque esto quedó desmentido por el acusado, quien reconoció que sabía que la víctima era gay pero él no. El imputado no tenía domicilio fijo y solía pedir dinero en las puertas de las iglesias.

Según la Policía, en el piso se encontró el cuchillo de cocina que supuestamente fue utilizado para cometer el crimen. El acusado, quien llamó después del crimen a la Policía desde un bar, confesó haber matado a cuchilladas a su amigo tras una acalorada discusión, aunque el crimen pasó inadvertido para los vecinos del inmueble. Después no opuso resistencia y colaboró con la Policía.

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