Islamistas.- La defensa de los acusados de querer atentar en Barcelona pide imputar al testigo protegido si se le cree

Actualizado: martes, 24 noviembre 2009 14:55

Uno de los acusados asegura al tribunal en nombre del resto que son todos "inocentes"

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las defensas de los once acusados de formar una célula islamista que pretendía atentar contra el metro de Barcelona denunciaron hoy la ausencia de "pruebas suficientes" para acusar a los procesados y pidieron a la Audiencia Nacional que impute al testigo protegido 'F1', clave para la acusación, si otorga credibilidad a su declaración.

Los once procesados --Mahroof Ahmed Mirza, Mohammed Ayud Elahi Bibi, Ahmed Hafeez, Qadeer Malik, Sahib Iqbal, Mohammed Tarik, Roshan Jamal Khan, Mehmooh Khalid, Inram Cheema, Mohamed Shoaib y Aqeel Uhr Rehman Abassi--, que se enfrentan a penas que van desde los 17 a los 26 años de prisión, renunciaron hoy a su derecho a la última palabra, a excepción de Tarik, quien, en nombre del resto, proclamó que "todos" son "inocentes".

En su informe de conclusiones definitivas ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, uno de los letrados, Benet Salellas, recordó que hasta este momento no se ha aclarado el "estatus jurídico" del testigo protegido que destapó las supuestas intenciones de la célula al ponerse en contacto con un policía francés y que se ha convertido en la "única prueba" de la Fiscalía.

Durante el juicio, el testigo explicó que viajó desde Francia a Barcelona bajo las órdenes de Al Qaeda para participar en las actividades de la célula, pero se echó atrás después de hablar con su familia y al conocer que participaría como suicida. En ese momento, se puso en contacto con un conocido francés que trabajaba para la Policía de este país y que alertó a las fuerzas de seguridad.

El abogado recordó que el testigo relató que era miembro de Al Qaeda desde 2005, que participó en entrenamientos en Pakistán y formó parte de su red de financiación. "Digo yo que ese señor no podrá marcharse por la puerta tan tranquilo", denunció.

En cualquier caso, subrayó que éste es el único testigo que ha implicado a los detenidos y preguntó al tribunal si otorgará más credibilidad a esta declaración que a las de los otros tres testigos, que fueron detenidos en la operación y después puestos en libertad, y que negaron cualquier implicación de los acusados con actividades terroristas.

Además, el letrado argumentó que el material explosivo*encontrado en los registros --18 gramos de nitrocelulosa y perclorato potásico, procedente del vaciado de bengalashabía sido "comprado en Francia" y recordó que el único que había estado en este país es el testigo protegido. Además, llamó la atención sobre el hecho de que en cinco de los domicilios de los once acusados no hubo registros, algo a su juicio extraño en una operación antiterrorista.

Del mismo modo, sobre la reivindicación del portavoz grupo terrorista Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), bajo las órdenes del mulá Beitulá Mehsud, apuntó que se creó sólo un mes antes de las detenciones y "jamás ha atentado fuera de Pakistán".

QUE SE PUEDAN COMER EL CORDERO CON SUS FAMILIAS

Por su parte, el otro abogado, Jacobo Tejeilo, pidió al presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, que dado que considera que la condena va a ser absolutoria, la haga pública esta semana para que los acusados puedan participar en la Fiesta del Cordero, que se celebra este viernes con sus familias y "como prueba de que la Sala no tiene nada en contra de los musulmanes".

Ayer, el fiscal de la Audiencia Nacional elevó en ocho años su petición de pena de prisión para los once acusados, al imputarles también un delito de conspiración para la comisión de un delito de estragos, con lo que las condenas solicitadas por el Ministerio Público van desde los 17 a los 26 años de cárcel.

A pesar de que el fiscal Vicente González Mota mantiene que el dispositivo policial establecido en torno a la célula se activó tras la llamada "dramática y urgente" del testigo protegido identificado como 'F1' que alertaba de una "acción inminente", no se acusa a los procesados de un delito de tentativa de atentado, ya que no se les encontró material explosivo suficiente para cometer la acción terrorista que, según el Ministerio Fiscal, pretendían llevar a cabo en el sistema de transporte público de la Ciudad Condal.

De esta manera, a los once procesados se les acusa de un delito de conspiración para la comisión de un delito de estragos y de otro de tenencia de material explosivo. Además, Mahroof y Elahi Bibi se enfrentan a un delito de pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente y el resto, en calidad de miembro. El fiscal ha retirado la acusación de falsificación de documento oficial a Qadeer Malk.

Por su parte, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), que ejerce la acción popular en la causa, solicita 315 años de prisión para cada uno de los procesados, a quienes acusa del delito de atentado en grado de tentativa o de conspiración para la comisión de un atentado.

Según el juez Ismael Moreno, que se encargó de la instrucción, los presuntos terroristas pretendían cometer su acción entre los días 18 y 20 de ese mismo mes. El magistrado defendió en un auto que la célula había adquirido capacidad para realizar un atentado, si bien "el material explosivo incautado no tenía suficiente capacidad destructiva para causar estragos".

Durante el juicio, que hoy quedó visto para sentencia, todos los acusados --a excepción de su líder, que no respondió a ninguna pregunta-- negaron cualquier implicación con actividades terroristas y proclamaron su pacifismo. "Un animal no caga donde come", explicó uno de los acusados, tras relatar que de su trabajo en España viven 20 personas en su país.

El núcleo de la célula fue detenido en Barcelona el día 19 de enero, la mayor parte de ellos en una mezquita, y un día después fue arrestado en Breda (Holanda) Aqeel Ur Rehman Abbasi. Según el escrito del fiscal, el atentado en la capital catalana no iba a ser el único, ya que el líder del TTP tenía previsto efectuar unas peticiones después del atentado que, en el caso de no ser atendidas, desencadenarían otras acciones terroristas en distintos puntos de Europa.