IU-ICV y ERC acusan al Gobierno de fortalecer a la Iglesia al mantener sus privilegios y piden revisar el Concordato

Actualizado: jueves, 10 enero 2008 14:27

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los grupos parlamentarios de IU-ICV y ERC aprovecharon hoy la comparecencia en el Congreso de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para acusar al Ejecutivo de haber fortalecido a la jerarquía eclesiástica con su decisión de no modificar los Acuerdos con la Santa Sede, que regulan las relaciones entre Iglesia y Estado, y sellar con los obispos un acuerdo sobre su financiación que incluye una mayor aportación vía fiscal.

Tanto el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, como el de ERC, Joan Tardà, dedicaron sus intervenciones en la Comisión Constitucional del Congreso para reprochar al Gobierno socialista que no haya tenido el valor de reformar el Concordato de 1979 y que haya optado por mantener unos "privilegios" que, en su opinión, deben desaparecer para avanzar hacia un Estado verdaderamente laico. También le instaron a anticipar si tiene previsto dar algún paso en este sentido si sigue en el poder tras las elecciones de marzo.

En concreto, Herrera recriminó al Gobierno que continúe manteniendo "los privilegios" a una jerarquía eclesiástica "descarada" que "añora el nacionalcatolicismo" y que aspira a que las leyes "las marquen los dictados de la fe". "El integrismo no está sólo en montañas lejanas o en desiertos remotos, sino que está más cerca de lo que pensamos", llegó a decir.

Herrera sostuvo que la Iglesia "se atreve con todo" en España porque esos beneficios que, a su juicio, le han venido dando, como la ampliación del porcentaje del IRPF de un 0,5 a un 0,7 por ciento, han acabado siendo "su patente de corso".

En este contexto, el representante de ICV en el Congreso subrayó la necesidad de llamar a consultas al embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, "como gesto de fuerza" hacia un Estado que se atreve a convocar manifestaciones en otro solicitando la derogación de determinadas leyes, y de "rectificar" las políticas hacia la Iglesia.

ROUCO "NOS HA HECHO UN FAVOR".

"Rouco nos ha hecho un favor --ironizó Herrera-- y es plantearnos para la próxima legislatura la necesaria aconfesionalidad del Estado". Y es que, en su opinión, el Gobierno que salga de las urnas el próximo 9 de marzo ha de "cambiar de actitud" y plantearse como objetivo "la ampliación del pueblo laico".

Para el portavoz de ERC, Joan Tardà, la polémica entre el Gobierno y los obispos tiene dos causas, por un lado la movilización de la Iglesia para mantener sus "privilegios" y, por otro, lo que considera el "gran pecado" del Ejecutivo socialista: su "renuncia a conquistar el Estado laico". "A ustedes los obispos se les han subido a las barbas", agregó, destacando que el PSOE, ni en su primera etapa de gobierno ni ahora se ha atrevido a tocar el Concordato, al que definió como "hijo bastardo de la Transición".

Esta situación viene provocada, desde su punto de vista, porque el Gobierno ha tenido "miedo demoscópico", aunque ahora quiera "simular que planta cara a la derechona" eclesiástica y política llevando al Congreso a De la Vega. "Su comparecencia nos ha caído del cielo porque estamos en periodo preelectoral", espetó a la vicepresidenta, a la que advirtió de que los obispos han descubierto el "miedo" del Gobierno y por eso aprovechan la situación y "se retroalimentan con el PP". Un diputado socialista, por su parte, apuntó desde su asiento que son los obispos los que "están acojonados".

En este contexto, emplazó al Gobierno a explicar si su intención es "intentar avanzar" hacia el laicismo "dejándose empujar" por la izquierda o si finalmente apostará por el "triángulo Bono-Vázquez-Duran". "La sociedad europea y del Estado español sólo podrá cohesionarse a partir de la laicidad y el laicismo, nos estamos jugando el futuro", avisó, subrayando que se han producido algunos retrocesos en esta materia. En concreto, mencionó que ahora hay ayuntamientos que financian la construcción de iglesias o mezquitas algo, a su juicio, "impensable en los años 80".

LA COPE Y EL ODIO EN RUANDA.

En cualquier caso, Tardà reconoció el derecho de la Iglesia a manifestarse para intentar influir en favor de sus privilegios, pero pidió que éstos se eliminen. También arremetió contra la Cadena Cope, a la que comparó con la radio ruandesa de las Mil Colinas que, según comentó, fomentó el "odio" y alentó el genocidio. No obstante, puntualizó que la primera tenía un grado de "perversidad 100", frente al "grado ocho" que otorgó a la Cope.

Desde el Grupo Mixto la diputada del BNG Olaia Fernández planteó la necesidad de modificar los acuerdos con la Santa Sede 1979, todavía vigentes, porque, según indicó, los diferentes gobiernos habidos desde la instauración de la democracia han sido "timoratos" a la hora de enfrentarse a la renegociación de los mismos.

A su juicio, el no haberlo hecho está en relación con las últimas "presiones" de la Iglesia, quien, además de criticar la legislación aprobada, cargando "no sólo contra el Gobierno, sino contra las Cortes Generales como instituciones legislativas que son"--, persigue mantener el estatus de poder y una mejor financiación por parte del Estado.