BARCELONA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
La jornada electoral en Catalunya transcurrió con normalidad, tan sólo empañada por algunas anécdotas de escasa relevancia. Así, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona) los Mossos detuvieron a un vecino por lanzar un huevo dentro de una urna, mientras que en la ciudad de Lleida un hombre fallecido hace 21 años todavía apareció en la lista de votantes de un colegio.
A primera hora de la mañana sólo hubo cuatro incidentes en la apertura de las 8.552 mesas electorales de las cuatro circunscripciones catalanas. En concreto, unos desconocidos sellaron con silicona dos colegios electorales del barrio de Gràcia de Barcelona y otras dos de Arbúcies (Girona) y Berga.
También se constituyeron con retraso otras cuatro mesas en Barcelona, de los distritos del Eixample, Sant Andreu, Sant Martí y Nou Barris, y otra en Granollers (Barcelona), donde se habían cambiado la cerradura de las puertas sin previo aviso, lo que ha provocado la intervención de los Mossos con una sierra radial.
La anécdota más sonada la protagonizó un vecino de Sant Adrià de Besós que, disgustado porque no figuraba en el censo del colegio Cascavell, en el barrio del Besòs, lanzó un huevo dentro de la urna, explicaron los Mossos.
El individuo, José María C., fue detenido por los Mossos y puesto a disposición del juez de guardia acusado de un delito de perturbación grave del acto electoral. Los responsables de la mesa cambiaron la urna sin mayor dilación.
Otra de las anécdotas fue la de un hombre fallecido hace 21 años que aún aparece en la lista de votantes de un colegio electoral del barrio de la Bordeta de Lleida, según explicó la Oficina del Censo Electoral de la capital leridana.
Por otro lado, en un colegio de la calle Urgell de Barcelona una patrulla de los Mossos tuvo que trasladar al hospital a una mujer de edad avanzada que sufrió una indisposición mientras votaba.
Por último, en el colegio electoral situado en la Residencia de Tiempos Libre de Tarragona se agotaron los sobres para las votaciones del Congreso y el Senado, lo que ha obligado suspender la votación un cuarto de hora hasta que se solucionó la incidencia.
