Un joven arousano admite que mató a otro, pero alega que estaba "borracho y aterrorizado"

PONTEVEDRA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El joven de Vilanova de Arousa (Pontevedra) Antonio P. se declaró hoy autor de la puñalada que en septiembre de 2007 mató a otro chico, Cristian Willichs, de A Illa de Arousa, pero declaró que estaba "borracho y aterrorizado" y aseguró que su intención no fue matar, sino repeler la agresión de que estaba siendo objeto.

"Entre la borrachera y que me acababan de patear la cabeza, ya puede imaginarse como estaba", contestó el acusado a las preguntas del fiscal-jefe de la Audiencia de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, en la primera sesión del juicio, que se celebra con jurado.

Ambos jóvenes formaban parte de sendos grupos de amigos que se enfrentaron en lo que el fiscal-jefe definió como "una noche de copas que acabó con una extralimitación", lo que, según Aladro, es "producto de la sociedad".

Tras la agresión mortal, Antonio P. huyó del lugar junto con dos amigos, Abraham R. y Roberto M., también procesados en esta causa porque la Fiscalía los considera "encubridores", si bien la acusación particular que ejercita la familia no los acusa al entender que no tienen responsabilidad penal alguna en lo sucedido.

En cuanto a Antonio P., la acusación particular lo acusa de asesinato y amenazas, y pide penas que suman 24 años de prisión aunque el fiscal reduce la petición de condena a 15 años de cárcel porque entiende que fue homicidio.

"BUSCÓ EL ENFRENTAMIENTO"

Por contra, el abogado defensor dijo que entiende que el joven "no debe ser condenado a más de cinco años de prisión", argumentando que el grupo al que pertenecía la víctima "era más numeroso y buscó intencionadamente el enfrentamiento".

Además, planteó que se deben tener en cuenta las atenuantes de que Antonio P. se encontraba bajo los efectos del alcohol y colaboró con la Justicia ya que, aunque inicialmente escapó, al día siguiente se entregó voluntariamente y confesó los hechos.

Según señaló su abogado, "hay que agradecerle que saliera huyendo ante el miedo a que el otro grupo tomara represalias, porque en caso contrario el desenlace final podía haber sido más grave".