La joven asesinada en Càlig (Castellón)dejó una carta en la que hacía responsable a su ex novio si le ocurría algo

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 18 noviembre 2008 16:36

CASTELLÓN 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

La joven asesinada en compañía de un amigo en Càlig (Castellón) en junio de 2005 dejó una carta manuscrita en la que hacía responsable a su ex compañero sentimental si le sucedía algo, según declaró en la segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial castellonense una de las hermanas de la víctima.

La hermana de la joven fallecida leyó ante los miembros de jurado la misiva, en la que la víctima dejaba escrito, "con todas las facultades físicas y mentales" --indicaba--, que si en un futuro le sucedía algo, estaba segura que el único responsable era su ex novio, del que apuntaba el nombre y el DNI.

Asimismo, explicaba en la carta "el amor obsesivo y posesivo" de su ex compañero hacia su persona, y añadía: "si lo dejo, mi vida acabará, drogada y muerta y en un prostíbulo".

Los padres de la joven y otra de sus hermanas afirmaron que la víctima les había manifestado meses antes de morir que sentía miedo y que estaba amenazada por su ex novio porque le quería abandonar. Su ex pareja fue la que trajo a la víctima, a una de sus hermanas y a la madre de ella a España desde Cuba. Estos testigos ratificaron que el ex compañero de la víctima era "poderoso y rico", y que le había regalado un apartamento y un coche a la joven, que ésta le devolvió cuando se separaron.

Así, la madre de la víctima aseguró que las relaciones entre su hija y su ex novio eran "excelentes" al princio de llegar a España, "pero luego empezaron los problemas porque ella no quería continuar con él, que le decía que era una desagradecida". Por su parte, la hermana de la víctima con la que compartía vivienda señaló que el ex novio "era una persona muy posesiva, a veces nos seguía".

Esta última testigo también declaró que el mismo día del doble crimen o uno anterior vio al acusado, E.P.R., llegar al restaurante en el que ella trabajaba --ubicado en frente del domicilio de ambas hermanas-- con el dueño de éste, aunque no le conocía de nada. No obstante, el propietario del local aseguró que nunca había visto al procesado.

Por su parte, los padres del joven fallecido señalaron que su hijo no tenía problemas con nadie. Al respecto, el padre apuntó que "era el chico más bueno de Vinaròs" y añadió que no quiere indemnización, "sino encontrar a los culpables".

TRABAJADOR Y CUMPLIDOR

En la sesión del juicio de hoy también declararon la jefa de recuros humanos de la empresa en la que trabajaba el acusado, así como algunos compañeros, los cuales afirmaron que éste era "trabajador y muy cumplidor". Todos confirmaron que el procesado dejó de ir a trabajar el 27 de julio de 2006, dos días depués de que le tomase declaración la Guardia Civil y le cogiese muestras de ADN.

Otro de los testigos aseguró que vendió una parcela en Vilafamés al procesado el 26 de mayo de 2005 por 15.000 euros, "que pagó de una vez, al contado y con billetes de 500 euros", y que éste posteriormente le pidió que volviese a vender "porque se iba a Canadá, donde le había salido un trabajo". Sin embargo, uno de los compañeros del acusado declaró que éste había comprado la finca después del suceso.

Dos compañeros de trabajo del procesado también destacaron que éste les había dicho que la finca la pagaría con el dinero de una herencia. La esposa, la madre y la hermana del acusado se acogieron a su derecho de no declarar.

Durante un receso del juicio, familiares de las víctimas y del acusado protagonizaron un incidente en que intentaron agredirse. El juicio continuará mañana con las declaraciones de efectivos de la Guardia Civil.

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