CUENCA, 26 Ene. (EUROPA PRESS)
El obispo de Cuenca, José María Yanguas, declaró hoy que en el caso de Iñaki de Juana Chaos "no se está ayudando a nadie a morir, sino que es una decisión personal".
Así el obispo conquense recordó que "una cosa es dar la vida por un ideal, y otra cuando alguien se ayuda a morir", y resaltó que no se puede perder de vista, en la medida de lo posible, el sentido de la humanidad.
Monseñor Yanguas pidió, tras la firma de un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha, que se establezca una diferencia entre una persona que se está dejando morir, y el papel que el Estado tiene que desempeñar frente a esa actitud, "para que nadie se llame a engaño".
Recordó que, "salvando las distancias, a nadie que intente suicidarse, se maltrate abusando del alcohol, o de las drogas, se le pone un policía para evitarlo", porque eso haría necesario un cuerpo de seguridad infinito.
En este caso, para el obispo la cuestión no es la "ilicitud" de la actitud del terrorista, sino la intervención que debe hacer el Estado. Pero el obispo se mostró sorprendido por "la preocupación por la vida de esta persona, un terrorista, cuando también está en riesgo la vida de millones de personas inocentes, y eso no es una cuestión que aparezca en los medios de comunicación".