Una juez permite el regreso a casa de las niñas gambianas de Premià de Dalt, pero la Generalitat mantiene su custodia

Actualizado: miércoles, 16 enero 2008 18:02

BARCELONA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 4 de Mataró ha dictado un auto en relación a la retirada de la custodia a unos padres de sus dos hijas para evitar una posible ablación en el que mantiene la guardia y custodia de las menores gambianas por parte de la Generalitat y la retirada del pasaporte de los padres, pese a permitir que las niñas regresen al hogar familiar, en Premià de Dalt (Barcelona).

En el auto, la juez expone que pese a que las menores vuelvan a vivir con los padres en el domicilio familiar, la atribución de la guardia y custodia de las niñas continúa siendo de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA). Este organismo tendrá que emitir un informe completo y exhaustivo sobre las menores y realizar un seguimiento.

El juez también señala en su auto que mantiene la retirada del pasaporte y la prohibición de expedición a los padres y los hijos menores, así como la prohibición de salir de España, y anuncia que procederá a tomar nueva declaración a la imputada, asistida por un intérprete.

La titular del Juzgado número 4 de Mataró también exige que las menores sean sometidas a revisiones médicas periódicas con el objetivo de garantizar la integridad física y psíquica de las menores por parte de un médico forense. Asimismo, el juzgado tendrá que ser informado en el plazo de cinco días del pediatra que habitualmente visita a la niñas.

Una juez de Mataró (Barcelona) retiró a finales de diciembre a los padres la custodia de sus dos hijas, de 6 y 13 años, ante el riesgo de que durante las fiestas navideñas se las llevasen a su país de origen para practicarles la ablación de clítoris, una tradición que en Europa es delito.

En su primera declaración ante la instructora del caso, los padres aseguraron que no habían comprado billetes de avión para viajar a Gambia. Según la madre, ella ni siquiera tenía vacaciones en el trabajo y, además, colabora en una asociación contra esta práctica, castigada en el Código Penal y que puede perseguirse aunque se realice fuera de España.

Esta no era la primera vez que un juzgado ha prohibido a menores salir del país para evitar que sean sometidas a la ablación, una práctica ancestral que en un 85% de los casos condena a las mujeres a una frigidez total y que se sigue practicando de manera clandestina en muchos países africanos.