VALLADOLID 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera de la Junta de Castilla y León y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, calificó hoy de "justa" la sentencia contra la Administración regional por la muerte del brigadista Fidel Brañas en agosto de 2000, quien participaba en la extinción de un incendio en Oencia (León), y lamentó la "extensión en el tiempo" del caso.
En declaraciones recogidas por Europa Press, María Jesús Ruiz apuntó que no se trata de una "condena" judicial, si no que "simplemente" el Gobierno regional hace frente a la "responsabilidad civil derivada de una muerte".
Por ello, subrayó que no había "nada que añadir" y que la sentencia le parecía "justa" y "acertada", aunque lamentó que hubiera tardado tanto en producirse, al tratarse de "un trágico accidente que se produjo en el año 2000 y que hasta 2008 no se ha podido concretar".
Finalmente, recalcó que la Junta "respeta" el fallo judicial y manifestó que para los familiares "la pérdida de una persona no es nunca subsanable de ninguna manera", mucho menos, a su juicio, "económicamente", aunque deseó que "de alguna forma" la indemnización les ayude.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León sentenció el pago de una indemnización de casi 80.000 euros por daños morales a la familia del brigadista, tal y como aseguró ayer la abogada de la familia, Gloria Hidalgo.
La sentencia "es firme, por lo que no cabe recurso y tampoco la familia busca más indemnización", dado que solicitó la cantidad de 150.000 euros puesto que lo que les "importa" es "demostrar la culpabilidad del jefe de la brigada", apuntó la letrada.
El fallo judicial estima que la Junta es la responsable civil subsidiaria de la actuación del agente forestal y jefe de la brigada que dirigió las operaciones de extinción del fuego, que actuó "con falta de diligencia" a la hora de situar el dispositivo para apagar las llamas en un terreno en el que "se daban todas las circunstancias para que hubiera el llamado efecto chimenea, es decir, una aparición súbita de fuego, tal y como ocurrió", explicó la abogada.
"Los metió como en una ratonera y el efecto chimenea no les dejó salir y la sentencia dice que no hay ninguna justificación para que el jefe de la brigada los hubiera metido allí", añadió.
El juez estimó que no estaba justificada la situación de brigadistas en esta zona, puesto que "no había ninguna población que sufriera riesgo, ni personas, ni industrias, ni nada", explicó.
La Junta había pedido la desestimación de la demanda con la alegación de que el agente forestal había dado la orden de abandonar el lugar antes del incidente. Sin embargo, la sentencia dicta que este hecho no excusa la peligrosidad del lugar en el que trabajaban los brigadistas fallecidos, Fidel Brañas y Manuel García, de 37 y 47 años y miembros de la brigada de Villafranca.
Además, considera que fue una conducta digna de elogio el hecho de que Fidel volviera para intentar salvar a su compañero.