Creen que usar "criterios de discriminación política e ideológica" puede "abrir una puerta" que lleve a "escenarios no deseados"
BILBAO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Gazte Abertzaleak, organización juvenil de Eusko Alkartasuna, acusó hoy al consejero de Interior, Rodolfo Ares, de proponer un "apartheid indiscriminado" y emplazó a los ciudadanos vascos a "obviar las recomendaciones disociadas de los irresponsables líderes socialistas" y "sigan con su vida normal", sin tener en cuenta "criterios de discriminación política e ideológica".
En un comunicado, Gazte Abertzaleak se pronunció de esta manera tras el balance realizado ayer por el consejero de Interior sobre la actuación de su Departamento y la Ertzaintza durante las fiestas de las distintas localidades vascas, que Ares aprovechó para realizar un llamamiento a la ciudadanía para que "no entren o consuman en establecimientos que exhiben carteles o imagénes que enaltecen a los asesinos" y a los Ayuntamientos que revisen la concesión de licencias a las txosnas "creadas para dar soporte social a ETA".
A su entender, Rodolfo Ares ha propuesto "reabrir los cajones de la historia y profundizar en la represión, no ya a un sector de la población vasca, sino a todo aquel a quien le venga en gana a la nueva dirección del departamento de Interior".
En este sentido, expresó su oposición a la aplicación de "medidas que han fracasado una y otra vez, y que creíamos parte de nuestro pasado, al igual que las estrellas de David sobre establecimientos hebreos en la Alemania nazi". "Si el señor Ares fuera un demócrata presentaría inmediatamente su dimisión tras efectuar esas vergonzantes declaraciones", indicó.
Gazte Abertzaleak considera que, desde que el PSE está al frente del Gobierno vasco, "se está convirtiendo en una rutina poco gratificante el uso despiadado por el nuevo equipo de Interior de la Ertzaintza como fuerzas de choque contra un determinado grupo social en toda circunstancia, usando al resto de la población como rehén de sus veleidades totalitarias".
"Ante estos hechos no podemos sino condenar dichas intenciones de socializar las ambiciones del señor Ares, creando batallas campales en medio de las fiestas populares", agregó la organización juvenil, que se mostró convencida de que "la vía" para solucionar "el problema vasco" es "una estrategia de dos mesas, como propuso el Lehendakari Garaikoetxea en 1983, y que nunca, y en especial con Loiola en 2006, se ha llevado a cabo".
Según advirtió, "si lo que quieren es enervar a toda la sociedad vasca o extender a todo el nacionalismo vasco la culpabilidad y responsabilidad del desarrollo de la lucha armada, eso será una carga por la que, a su debido tiempo, deberá responder la actual cúpula de Interior de Lakua".
OBSESIONES PARTICULARES E IDENTITARIAS
Asimismo, expresó su respaldo a la labor realizada por el alcalde de la Gernika-Lumo, José María Gorroño, en las fiestas de la localidad vizcaína "por la crisis inducida desde el departamento de Interior y las instancias judiciales del Estado español con el único afán de romper la normalidad festiva en el corazón de Euskal Herria".
En este sentido, aseguró que Gorroño y EA "no hacen sino proteger a la ciudadanía de los desmanes del departamento de Interior", al que ve "más interesado en sus obsesiones particulares e identitarias que en resolver los verdaderos problemas de la ciudadanía vasca".
Tras rechazar "la instrumentación de las fuerzas de seguridad de Euskadi", realizó un llamamiento a que la sociedad vasca "obvie las recomendaciones disociadas de los irresponsables lideres socialistas, sigan con su vida normal, compren el periódico donde tengan por costumbre, el pan igualmente y elijan los bares por el que mejor servicio le dé". "Y no por criterios de discriminación política e ideológica, porque abrir esa puerta nos puede llevar a escenarios no deseados y que no podemos ser capaces de aventurar", insistió.
Finalmente, reiteró que su intención de denunciar "toda conculcación que se produzca", porque "no hay otra manera que apostar íntegramente por todos y cada uno de los derechos humanos, individuales y colectivos". Lo contrario, según advirtió, sería "una burla a la ciudadanía y a la propia condición de socialista".
