Juzgan a 3 agentes por matar a un joven que disparó contra ellos con un arma de fogueo cuando iban a calmarle

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 26 abril 2010 19:58

VALENCIA 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia juzgó hoy a tres miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) del Cuerpo Nacional de Policía acusados de matar a un joven que disparó contra ellos con un arma de fogueo cuando pretendían calmarle, ya que había anunciado que pensaba suicidarse. La víctima se encontraba en una biblioteca municipal de la localidad valenciana de Sagunto.

El incidente tuvo lugar el 7 de mayo de 2001, cuando la víctima acudió a la biblioteca para despedirse de una chica, a la que le dijo que pensaba suicidarse y que había tomado un litro de amoniaco con leche para conseguirlo. Le comentó que se iba a ir al banco a sacar un dinero que le debía a otro hombre y, en ese momento, la mujer, asustada, llamó al hospital y a la policía, según el relato del ministerio fiscal.

Al regresar el hombre a la biblioteca con el dinero, se presentaron allí varios agentes de Policía Nacional e intentaron disuadirle de su propósito. Sin embargo, el hombre insistió en que quería morir y, tras salir del baño en el que se encontraba, sacó una pistola e indicó a los agentes que dejaran sus armas sobre la mesa. En ese momento, disparó al techo y salió una vaina que cayó al suelo.

Seguidamente, los policías desalojaron la biblioteca, un policía intentó que el hombre entregase el arma, mientras él sacó el cargador e introdujo dos cartuchos metálicos. El agente se retiró luego al recibir órdenes de que esperasen a que llegasen refuerzos. Mientras tanto, otro policía mantenía conversaciones telefónicas con el hombre para que abandonara el arma y desistiera de su actitud, aunque éste se negó y aseguró que tenía una pistola y 14 cartuchos.

Una vez desalojado el local, se presentaron varios miembros del GOE, que portaban una escopeta de cartuchos de gases. Entraron conforme a los protocolos que regulan sus actuaciones y le pidieron al hombre que permaneciera inmóvil y que entregase el arma.

Éste se levantó de detrás de un mostraron, apuntó con el arma a uno de los agentes y disparó, lo que le obligó a lanzarse al suelo para evitar que le alcanzara la bala. Tras ello, otro agente disparó la escopeta de cartuchos de gases, el hombre salió del mostrador apuntando con su arma y, ante su negativa para soltarla, los agentes acusados le dispararon y le mataron.

Los policías reaccionaron de esta manera ante el inminente riesgo que parecía correr su vida, dado que el hombre les encañonaba con un arma cuyas características, apariencia y sonido eran idénticos a los de una pistola real, imposible de distinguir de un arma de fogueo, como la que realmente portaba.

En concreto, el arma utilizada por la víctima era de fogueo, aunque presentaba similitudes en cuanto al tamaño y apariencia con las armas de fuego. De hecho, el fogonazo producido por su arma era superior al de un arma de fuego, y los policías, ante las condiciones de iluminación, no pudieron distinguir el tipo de pistola ni apreciar que no era de fuego.

Por todo, el ministerio fiscal pide la libre absolución de los tres policías al entender que los hechos relatados podrían ser constitutivos de infracción penal de no ocurrir en la conducta de los agentes el error de prohibición invencible sobre la concurrencia de causas de justificación --legitima defensa y obrar en cumplimiento de un deber, ejercicio legítimo de su derecho--.

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