BARCELONA 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal popular juzgará a partir de mañana en la Audiencia de Barcelona a Félix C.G., acusado de matar a su prima Noelia Gómez, de 20 años, y mantener sus restos enterrados en su casa de Castellbell i el Vilar durante seis años, bajo un suelo de obra que fabricó él mismo aprovechando sus conocimientos de albañilería.
Noelia Gómez, que residía en Terrassa (Barcelona) con sus padres, fue vista por última vez el 9 de junio de 1998, después de salir de su casa para ir a la de una amiga a peinarla, ya que era estudiante de estética. Su familia apuntó desde el principio a Félix C.G. como presunto responsable de la desaparición de la joven, ya que fue la última persona que la vio con vida y su comportamiento fue extraño en los días posteriores.
De hecho, aquel día Noelia acompañó al acusado a Barcelona para vender un piano y regresó a casa para comer con sus padres. Después se marchó diciendo que iba a peinar a una amiga, aunque, en realidad se habría citado con Félix C.G., con quien al parecer mantenía una relación sentimental que sus padres no aprobaban porque eran primos hermanos y él era mucho mayor que ella.
Según el auto de hechos justiciables de la Audiencia de Barcelona, una vez en el domicilio de Félix C.G., situado en la urbanización Mas Enric de Castellbell, el procesado decidió matar a Noelia "por motivos que no constan". Tras acabar con su vida, presuntamente ocultó el cadáver en un hueco que hizo en el altillo y lo cubrió con un suelo de obra que él mismo fabricó, ya que era albañil.
ORDEN DE DESAHUCIO.
Pasados casi cuatro años, el 2 de abril de 2002, un juzgado de Manresa (Barcelona) le comunicó que debía desalojar la vivienda porque su contrato de compraventa había quedado resuelto y, "ante la inminencia del desahucio", desenterró el cadáver de Noelia por temor a que los nuevos propietarios lo hallaran y "lo ocultó en un lugar que se desconoce o lo hizo desaparecer", según el auto.
Todo apunta a que Félix C.G. trasladó los restos óseos de Noelia a un rincón de su parcela y los quemó para destruirlos totalmente. Sin embargo, no se percató de que en la fosa habían quedado abandonados unos pequeños huesos de la joven confundidos entre los escombros y que fueron descubiertos por los Mossos d'Esquadra el 10 de noviembre de 2004, seis años después de la desaparición de Noelia.
Félix C.G. fue detenido tras el hallazgo, aunque negó en todo momento haber acabado con la vida de su prima. Según su versión, la noche del 9 de junio de 1998 él y Noelia estaban consumiendo cocaína en su parcela y ella murió de sobredosis, por lo que se asustó y decidió ocultar el cadáver, nada más. La familia de la joven, sin embargo, siempre ha negado que ella tomara drogas.
PERSEVERANCIA DE LA MADRE DE NOELIA.
Durante todos estos años, Félix C.G. había sido interrogado varias veces por la Policía, pero no se le detuvo porque siempre había mantenido una coartada coherente y sin fisuras. Por ello, a la hora de descubrir lo ocurrido, fue determinante la perseverancia de la madre de Noelia, Trinidad González, que insistió en que la investigación siguiera activa ante las sospechas que le inspiraba su sobrino.
Trinidad, miembro activo de la asociación Inter-Sos --que agrupa a familiares de desaparecidos--, visitó la parcela de Félix C.G. varias veces, aunque sólo llegó a entrar unos días antes de que se encontraran los restos de Noelia, tras pedir permiso a los nuevos propietarios de la vivienda. A la madre de Noelia le inquietaban las obras que el acusado había hecho poco después de la desaparición de su hija.
La mujer, que había estado en la finca antes de que ocurrieran los hechos, recordaba el hueco donde posteriormente sería hallada Noelia, abierto en aquel momento. Al entrar de nuevo en la finca, Trinidad se percató de que aquel espacio se había cerrado y sospechó que su hija podía estar enterrada ahí, por lo que alertó a la Policía, que poco después pudo comprobar que la mujer no se equivocaba.
Ahora será el jurado quien decida si los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, tal y como mantienen la Fiscalía y la acusación particular --ejercida por la familia de Noelia--, o si se traducen en un delito de falta de respeto a los difuntos con la eximente incompleta de actuar bajo los efectos de las drogas, tal y como entiende la defensa del procesado.