CÓRDOBA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El juzgado de lo penal número 1 de Córdoba celebrará mañana una vista oral contra tres agentes de la Policía Local de Puente Genil (Córdoba) y otro joven, J.M.C. por supuestamente agredirse mutuamente. A éste último le piden cuatro años de cárcel por conducción temeraria, atentado y faltas de lesiones. Para los agentes, el fiscal pide dos meses de multa de 12 euros al día.
Según la calificación del ministerio público, a la que tuvo acceso Europa Press, el agredido emprendió un adelantamiento a gran velocidad y circulaba en dirección contraria. En ese momento, se encontró un vehículo de la Policía, cuyos agentes fueron avisados del peligro que estaba creando.
Así, procedieron a darle el alto con señales acústicas y luminosas, pero éste "con absoluto desprecio y tras desoir tales órdenes continuó la marcha a gran velocidad". Luego, obligado a parar al encontrarse un vehículo en la calle, dos agentes arremetieron contra el mismo, cogiéndolo de los pelos y lanzándolo al suelo para ponerle las esposas. Le informaron de su condición de detenido y éste "dirigió un cabezazo a uno de los agentes", también acusado por estos hechos, procediendo por tanto a su traslado a las dependencias de la Policía Local.
En el trayecto, "ante la actitud insolente y obstructiva que presentaba el detenido", los agentes procesados "volvieron a arremeter contra el mismo, excediéndose en los límites de su función y contribuyendo a quebrantar aún más su integridad física".
Por su parte, J.M.C., en declaraciones a Europa Press, lamentó que le pidan cuatro años de cárcel cuando ha sido él quien fue agredido por los tres agentes. El procesado explicó que los hechos ocurrieron el 24 de diciembre de 2005 cuando se saltó una rotonda y justo en ese momento se cruzó con un vehículo de la Policía Local que le hizo una ráfaga con las luces y él siguió su camino hasta pararse en una calle al encontrarse un camión de recogida de basura.
En ese instante, le gritaron por la megafonía que detuviese el vehículo y salieron dos agentes que, "sin mediar palabra" uno de ellos le sacó del coche "a la fuerza de los pelos y arrastrándole por el asfalto". Allí, según dijo, "le golpearon la cabeza contra el suelo, le pusieron los grilletes y continuaron arrastrándolo hasta llegar al vehículo policial, al que le introdujeron sin explicarle el motivo".
Según explicó, en el interior del vehículo, uno de los agentes le dijo que "se iba a enterar cuando llegara a la Jefatura, que llevaban tiempo dándole el alto y no se paraba". Tras sacarlo del vehículo, tirándole de los pelos y subiendo los escalones de acceso al edificio, dijo que perdió el equilibrio y cayó al suelo, arrastrando en la caida a un agente, quien le golpeó luego en repetidas ocasiones, junto a otros compañeros.
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