MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Exteriores y de Defensa de CiU en el Congreso, Jordi Xuclà, aprovechará este martes la comparecencia de la ministra Carmen Chacón en la comisión de Defensa para preguntar por la venta de armamento a Libia, y especialmente por las bombas de racimo españolas que podrían haberse empleado en los bombardeos contra la oposición.
Eso sí, Xuclà admite que legalmente no caben reproches a esa venta de armas porque las bombas de racimo se contrataron antes de la entrada en vigor del convenio de Dublín que comprometió a España por la no fabricación de esas armas, por su destrucción y por la prohibición de su comercio. "Desde el punto de vista legal, no se puede hacer un reproche de falta de control", comentó a Europa Press.
Pero sí aprovechará para recordar que los nacionalistas catalanes vienen reclamando "desde hace muchos años" la prohibición de las bombas de racimo y de las minas antipersona, ante lo cual el Gobierno ha mostrado "posiciones muy conservadores en nombre de las fabricas españolas".
NO TAN ABANDERADO COMO PRESUME
"El Gobierno se presentará como abanderado de una posición de máximos en aquella Conferencia de Dublín pero lo cierto es que trató de poner muchas excepciones para salvar las fábricas españolas y fue la posición contundente de Irlanda la que arrastró a las demás hacia la prohibición".
Otros grupos, como IU-ICV, han venido pidiendo explicaciones al Gobierno por la venta de armas a países como Libia. La diputada de ICV. Nuria Buenaventura, llegó a echárselo en cara al presidente del Gobierno en la sesión de control del 9 de marzo, en la que incluso mostró una foto de José Luis Rodríguez Zapatero junto a Gadafi.
En aquel debate, Zapatero anunció que el Ejecutivo decidió revocar las dos licencias de exportación de material de defensa a Libia, licencias que estaban suspendidas cautelarmente desde el 22 de febrero.
El PP se ha sumado ahora a estas denuncias. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González-Pons, acaba de exigir explicaciones a la ministra de Defensa por las bombas de racimo españolas con las que el dictador libio Gadafi está matando "inocentes" en su país. En su opinión, esto es lo importante y lo contrastó con lo dicho por el expresidente José María Aznar cuestionando la intervención internacional y calificando al líder libio de "amigo extravagante" de Occidente.
AZNAR TAMBIÉN PUEDE SER PROTAGONISTA
En la comparecencia prevista para este martes, donde es previsible que además de las bombas de racimo se hable de las palabras de Aznar, sólo IU-ICV tiene anunciado su voto en contra a la prórroga de la autorización para que las tropas españolas continúen dos meses más participando en la zona de exclusión aérea que la OTAN mantiene sobre Libia.
No obstante, los grupos parlamentarios harán algunas peticiones a la ministra. Así, la portavoz del PP pedirá "más información" sobre la operación aliada y sobre la posible misión de ayuda humanitaria para la que el Ejecutivo también pide autorización, mientras que CiU instará a una "revisión" de la estrategia en el país norteafricano.
En la actualidad, España participa en la operación 'Protector Unificado' de la OTAN con cuatro aviones de combate F-18 y un avión de reabastecimiento en vuelo --para la zona de exclusión aérea-- y una fragata, un submarino y un avión de vigilancia marítima --en el embargo naval de armas--.
Para la zona de exclusión aérea, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estableció un plazo inicial de un mes, mientras que previó que los medios que participen en el embargo naval estarán, en principio, tres meses. En su comparecencia ante el Pleno de la Cámara, el pasado 22 de marzo, adelantó que el Gobierno acudiría de nuevo al Congreso para solicitar su apoyo en caso de que se considerase necesaria una ampliación de ese tiempo.
Así ha sido, tal y como explicó la ministra de Defensa en una videoconferencia con los jefes de las unidades en la zona, al entenderse que una vez "establecida" la zona de exclusión aérea, es necesario trabajar por su "mantenimiento", para continuar garantizando la protección del pueblo libio.
Además, en esta ocasión, la ministra llevará también la petición de aprobación ante la eventualidad de que Naciones Unidas solicite una misión de ayuda humanitaria, sobre la que ya está trabajando la Unión Europea, y en la que España querría participar.