BILBAO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El coordinador de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta, Lokarri, Paul Ríos, aseguró hoy que la "gran prioridad del momento actual es un intento de alcanzar un acuerdo para la consulta". Además, consideró "ilegítimo" que se rechace esta consulta "basándose en un absoluto sin más", del tipo "no se puede hacer o no se debe hacer".
En un acto celebrado en el Museo Marítimo de Bilbao, el colectivo hizo balance de la propuesta de convocatoria de consulta lanzada en marzo, en la que se han recogido 18.131 firmas y se ha presentado una petición formal ante el Parlamento vasco, en la que se incluye la solicitud de comparecencia de responsables de Lokarri en la Cámara autonómica.
Según indicó Ríos, "al final, el desbloqueo a la actual situación se consigue planteando alternativas concretas que puedan ser dialogadas, compartidas y acordadas entre todos y a partir de ahí iniciar un camino de soluciones".
Por el contrario, advirtió, si no se dan estos planteamientos y se retoman "situaciones de incomunicación y de falta de soluciones", se vuelve a "recetas del pasado" como "la violencia" o "el recorte de derechos y libertades democráticas básicas".
El dirigente de Lokarri explicó que tras el anuncio de la propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, "el debate sobre la consulta se ha reducido a si estás a favor o en contra de que se convoque la primera consulta".
En este sentido, a continuación rechazó los distintos argumentos contrarios a la celebración de la consulta. Respecto a la tesis de que una consulta no podría celebrarse porque ETA mantiene su actividad, recordó que el referéndum de la Constitución Europea en 2005, "sobre una cuestión tan importante como decidir nuestro futuro dentro de la UE", supuso una consulta a la ciudadanía cuando la banda "no estaba en alto el fuego".
"La propia ETA en un Zutabe de octubre de 2004 se posicionaba absolutamente en contra de esta Constitución europea, porque decía que violaba, que ignoraba, que negaba el derecho de autodeterminación y que era casi una cárcel para los pueblos pequeños. ¿Por qué entonces se puede celebrar una consulta sobre una cuestión tan importante con violencia de ETA y por qué ahora no se puede celebrar esta consulta?", añadió.
Sobre esta cuestión, concluyó que la banda "molesta, impide, genera muchos sufrimientos, muchas dificultades", pero subrayó que "el gran triunfo de ETA sería el que nosotros aceptásemos sin más que ella tiene la absoluta capacidad para decidir cuándo todos nosotros podamos empezar a dialogar".
En respuesta al planteamiento de que la consulta es ilegal, recordó que en Europa se han celebrado casi 350 consultas populares desde los años noventa, por lo que reivindica la necesidad de que "el ordenamiento jurídico tenga que avanzar y adecuarse a la posibilidad de que la sociedad pueda ser consultada".
En cuanto a la idea de que es preciso un acuerdo transversal previo a la consulta, compartió esta afirmación pero advirtió de que "la pregunta está en cuál es tu iniciativa concreta para impulsar ese acuerdo transversal" porque "lo que no puede ser es alegar continuamente la necesidad de ese acuerdo transversal pero no hacer nada para conseguirlo".
También se refirió a la posible división que generaría la consulta en la sociedad y, tras reconocer que "quizás puede dividir a la sociedad el contenido de esa consulta", indicó que "lo que realmente divide es que se intenten aplicar recetas del pasado para resolver los problemas, como la receta de la violencia o la receta del recorte de derechos y libertades democráticas básicas".
PARLAMENTO VASCO
Ríos pidió el martes a la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, que se le permita comparecer ante la Comisión correspondiente con el fin de presentar y "explicar de primera mano a todos los grupos" su propuesta para impulsar una consulta popular, que ya ha recibido el apoyo de 18.131 personas.
Lokarri inició el pasado 31 de marzo de 2007 una iniciativa para recoger firmas en favor del "derecho de petición" y acudir ante los Parlamentos vasco y navarro para entregar una propuesta de convocatoria para una consulta popular.
Los objetivos de esta propuesta, que nació "en un momento definido por el fracaso del proceso de paz", eran "canalizar la frustración social de una manera positiva, ofreciendo una propuesta constructiva y concreta e impulsar una alternativa cívica, pacífica y democrática para superar la situación de bloqueo y el deterioro del proceso de paz".
Tras recabar el apoyo de 18.131 personas, conforme al "compromiso adquirido" por Lokarri, presentó la propuesta en sede parlamentaria. "Lokarri quiere contribuir a que se celebre una consulta integradora, que es aquella que refrenda un acuerdo político alcanzado por las instituciones y los partidos, o bien aquella en la que la ciudadanía establezca unos principios de convivencia con capacidad de integrar sin exclusiones a todos los sectores sociales y políticos", explicó.