Londres acusa a la Guardia Civil de entrar ilegalmente en "aguas británicas" de Gibraltar

Vista de la Bahía de Algeciras desde Gibraltar
EUROPA PRESS

MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Gibraltar ha trasladado su respaldo pleno a la actuación de la Policía Real gibraltareña en el incidente con la Benemérita y ha calificado de "increíble" que España haya protestado formalmente convocando al embajador de Reino Unido en Madrid, Simon Manley, por una "incursión ilegal" que, según defiende el Peñón, se produjo en aguas territoriales británicas.

El Gobierno de Fabián Picardo ha reclamado a España que deje de "desafiar" la soberanía británica y ha trasladado su respaldo "pleno" a la Policía Real gibraltareña y al resto de fuerzas del orden en su actuación "para garantizar el respeto de la ley en aguas británicas".

Las aguas que rodean Gibraltar son para España aguas de soberanía española, pues no las cedió por el Tratado de Utrecht de 1713 por el que sí cedió a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto a su puerto, defensas y fortalezas. No así el istmo que une el Peñón con el resto de la Península ni las aguas circundantes.

Reino Unido viene reclamando en cambio hasta tres millas náuticas en virtud de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, posterior a Utrecht y que atribuye a cualquier territorio las aguas adyacentes. El último incidente entre la Guardia Civil y la Policía Real de Gibraltar tuvo lugar a una distancia de una milla de la costa este del Peñón, a la altura de la Caleta (Catalan Bay).

Según la versión gibraltareña, el incidente marítimo tuvo lugar "en aguas territoriales británicas" y sitúa los hechos a 150 metros de la Caleta. La patrullera de la Royal Gibraltar Police (RGP), según el Peñón, se aproximó a la de la Guardia Civil y mantuvo la distancia de seguridad en todo momento, al tiempo que trataba de establecer contacto con la tripulación para conocer sus intenciones.

Asimismo, Gibraltar ha denunciado que "durante años" se han venido denunciando "la manera peligrosa y arrogante" con que los buques españoles han operado en estas aguas y cita un incidente reciente en que uno de ellos "se aproximó a toda velocidad y de manera irresponsable" hace unas semanas "a una distancia de 600 yardas de un submarino nuclear estadounidense".