MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari Patxi López ha considerado el miércoles que han "acertado" gobernando en solitario con el apoyo del Partido Popular y también que han acabado con el "mito" de que el PNV era "imbatible". López aseguró que no quieren "más autonomía" para alejarse de España y que tampoco le dará más "vueltas" a la "supuesta identidad milenaria" de Euskadi.
Patxi López, que participó en un Desayuno Informativo de Europa Press al que asistieron, entre otros, Leyre Pajín, Rodolfo Ares, Esperanza Aguirre, Josu Jon Imaz, Nicolás Redondo Terreros, Miguel Lazpiur, presidente de Confebask y el juez Grande Marlaska, afirmó que han acabado "con el mito de que el PNV era imbatible" y que hoy los ciudadanos saben que "los cambios políticos democráticos son posibles en Euskadi".
Se mostró convencido de que han "acertado" optando por un gobierno en minoría con el apoyo del PP que "hace unos meses muy pocas personas podrían haber imaginado" y resaltó la "serenidad" con la que han afrontado cambios que espera "duraderos" y que por eso deben hacerse de "forma gradual y sin forzar los consensos de las mayorías".
"Nosotros no queremos más autonomía, más autogobierno, para alejarnos más del Estado común, de España, sino para tener una forma mejor de buscar consensos internos en nuestra propia sociedad vasca", dijo.
A su juicio, el autogobierno sólo tiene sentido en la medida que "amplia y consolida los consensos internos entre los vascos y, a la vez, permite reforzar nuestra pertenencia a un proyecto compartido que se llama España. No como una forma de atacar al Estado unitario común".
SIN "REVANCHAS" NI "VENGANZAS ESTÉRILES"
De esta manera, recalcó, abordarán las transferencias pendientes porque, argumentó, "ya no vale creerse propietario de Euskadi para dirigir políticamente este país, ni vale tampoco estar dándole vueltas todo el día a nuestra supuesta identidad milenaria para estar al frente de un Gobierno o dedicarse a hablar en exclusiva de lo que, en el mejor de los casos, interesa únicamente a un partido, pero no a la inmensa mayoría de los vascos".
Agradeció a su gobierno la asunción de responsabilidades "sin ánimo de revancha, sin buscar venganzas estériles" y teniendo claro que son el gobierno de "todos los vascos". Expresó su satisfacción porque, "ante los profetas del Apocalipsis", la mayoría de los vascos les ha aceptado "como un gobierno legítimo, un gobierno de todos".
Insistió en que su intención es plantear valores "incluyentes" y, ante una España "plural y diversa", apuntó que la convivencia de diferentes identidades "no tiene un esquema territorial", sino que "es consustancial a las sociedades catalana o madrileña".
"OPOSICIÓN PURA Y DURA" DEL PNV EN MADRID
Respecto al PNV, admitió que es difícil, tras 30 años en el poder, asumir que se ha de pasar a la oposición, pero confió siga siendo "el gran partido que es en Euskadi" y espera un entendimiento con ellos para "hacer país" y también que el PNV esté dispuesto a ello.
En este sentido, constató que el grupo del PNV en el Congreso de los Diputados está haciendo "oposición pura y dura" y que el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha asumido la "dificultad añadida" que le está causando problemas en Madrid, algo que "le honra" por no haber puesto "sus intereses" por delante. Lamentó que haya "quienes" utilizan el cambio en Euskadi "para atacar al Gobierno".
En todo caso, recordó que cuando el PSE estaba en la oposición pactó por "responsabilidad" los presupuestos con el gobierno de Ibarretxe "en beneficio de la sociedad vasca" y que en España se debería hacer lo mismo.
Apuntó asimismo la necesidad de que, a nivel nacional, Gobierno y PP sean "capaces" de "definir espacios para el encuentro", más en momentos en los que "el conjunto del país pide que sumemos fuerzas para combatir la crisis". "No se puede ir a una negociación no queriendo acordar", enfatizó y agregó que "una cosa es escenificar que se encuentran e ir con la carta de los Reyes Magos. Pido responsabilidad para que ambas partes se sienten a negociar".
Durante su intervención, el lehendakari hizo un repaso de sus primeros cuarenta días de gobierno y como muestras del cambio que se ha producido citó su toma de posesión sobre el Estatuto de Guernika, el protagonismo de las víctimas del terrorismo en ese acto y "decir la verdad" y alejarse de la situación "triunfalista" de la que "hablaba el anterior gobierno" reconociendo que la situación económica es "mala".
Reivindicó la elección de los responsables de la Ertzantza y de la radio y televisión pública vasca y la negociación con el Gobierno de las transferencias pendientes para completar el desarrollo estatutario "empezando por las políticas activas de empleo que ahora son más necesarias que nunca".
