La madre de Vanesa Rodríguez, quemada viva, dice que en los ojos de su yerno veía que iba a matarla

Actualizado: miércoles, 21 noviembre 2007 14:57

CIUDAD REAL, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Josefa García, la madre de Vanesa Rodríguez, la mujer quemada viva en Puertollano (Ciudad Real) el 30 de julio de 2005 y que falleció el 6 de agosto de 2006, aseguró hoy que en los ojos del marido de su hija, Horacio Barcos, acusado del crimen, veía "que iba a matarla".

El testimonio de Josefa fue el más importante de la segunda sesión del juicio que se sigue contra Barcos en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por estos hechos, por los que el fiscal y el resto de acusaciones piden 29 años de prisión por los delitos de asesinato, maltrato habitual y quebrantamiento de condena por no respetar una orden de alejamiento.

La madre, varios policías nacionales y locales y un médico que acudieron a atender a Vanesa tras ser rociada con gasolina y prendida fuego, por otro lado, confirmaron que les aseguró a todos ellos que era su marido el que había cometido la acción.

La madre señaló que ella creía que la relación entre Vanesa y Horacio era normal, ya que su hija no le contaba nada en contrario, pero que una vez que la chica presentó una denuncia contra Horacio por malos tratos, el 8 de junio de 2005, por la que fue condenado a seis meses y a no acercarse a su mujer a menos de 200 metros, todo se desató.

A partir de ahí, cuando Vanesa se trasladó a vivir a su casa, supo que, tras el nacimiento del segundo hijo de la pareja, tres años antes, Horacio había pegado de manera habitual a su hija, algo que le contaban ella y sus propios nietos, a los que cuidaba de manera habitual.

Las amenazas de muerte contra Vanesa aumentaron y las mismas las extendió a la propia Josefa, según relató ella, y a su marido, Antonio, con el que tuvo algún encontronazo físico, por lo que Josefa también presentó una denuncia contra el procesado.

Para Josefa, Horacio estaba preparando un plan para salir lo mejor posible de la situación tras matar a Vanesa y, en este punto, señaló que empezó a esgrimir su ingreso, dos veces, en la Unidad Psiquiátrica del Hospital del Carmen, en la capital, para alegar una hipotética deficiencia psíquica.

También declaró hoy el padre de la víctima, Antonio Rodríguez, quien, en líneas generales, ratificó la relación de hechos ofrecido por su mujer y reconoció que Horacio le buscó en alguna ocasión para agredirle.

PARED CON PARED.

Asimismo, pasó por el estrado la madre de Horacio, María del Carmen Orihuela, quien dijo que la relación de ambos era buena y que nunca había visto amenazas o agresiones a su mujer por parte de su hijo y tampoco la noche del 8 de junio, tras la cual Vanesa presentó la denuncia por malos tratos.

La mujer recalcó que la casa donde vivía la pareja, pared con pared con la suya, era de su propiedad y que nunca oyó gritos ni golpes, a la vez que señalaba que su hijo había intentado suicidarse en dos ocasiones, por lo que fue trasladado a Ciudad Real.

También explicó que, tras la denuncia por malos tratos, Vanesa y Horacio habían vuelto a vivir juntos, algo que había sido negado rotundamente por los familiares de la chica.

Por otro lado, el presidente de la asociación de vecinos "La Fraternidad", cuyo bar fue regentado por Vanesa entre marzo y julio de 2005, reconoció que Horacio provocó dos altercados, el 30 de junio y el 2 de julio, en el bar, hechos que la llevaron a dejar el negocio, alegando que tenía miedo.

Los policías que detuvieron a Horacio, a su vez, coincidieron en señalar la actitud taciturna y esquiva que presentaba, aunque no ofreció resistencia, y agregaron que sólo repetía de manera permanente que el no sabía lo que había pasado y que el no lo había hecho.