MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, se presentó hoy ante los medios de comunicación con las ideas muy claras: "Hay que dar la vuelta al Museo como si fuera un guante. No sé si seré el mejor director para este museo, pero éste es el mejor museo para cualquier director", reconoció hoy Villel tras su presentación oficial al Patronato.
Acompañado por el ministro de Cultura, César Antonio Molina y la presidenta del Patronato del Museo Reina Sofía, Pilar Citoler, Borja-Villel expuso a la prensa su visión estratégica de esta institución, que pretende convertir en el "gran museo del siglo XX".
Para conseguirlo, partirá de dos ejes: realizar un replanteamiento de la colección, marcando unos "momentos precisos" de la historia del arte sin dejar del lado el siglo XIX y el XX, y dotar al museo de una nueva cartografía. "Pero no puedo entender la modernidad sin el siglo XIX", matizó.
Por ello, organizará exposiciones temporales basadas en "tesis" que permitan un replanteamiento de la colección y del propio lenguaje del Museo, en el que también buscará crear nuevas líneas de investigación y "experimentación".
UN MUSEO, UNA CIUDAD
En este sentido, el nuevo director del Reina, apostó por una idea de museo similar a una ciudad, que tenga siempre una variada e interesante oferta de todo tipo para sus visitantes, independientemente de las exposiciones temporales que albergue. "Las ciudades se han convertido en parques temáticos y los museos en sus centros comerciales". "Quiero que la gente venga al museo porque sepa que aquí se hacen cosas que siempre van a estar bien", confesó.
En esta misma línea, pretende convertir al Museo Reina Sofía en un "lugar en el que se genere pensamiento" y en el que el discurso expositivo de la historia del arte no esté reñido con la conversión del museo en un centro de arte: vieja polémica (¿debe ser el Reina un museo o un centro de arte?), que hoy Villel quiso dejar zanjada. "Ser museo y centro de arte a la vez es una ventaja", admitió este valenciano, que pretende que cualquier visitante que llegue al Museo no perciba separación entre los futuros creadores y la colección porque "los artistas no viven separados del mundo real".
Manuel Borja-Villel llega al Reina Sofía, tras un concurso internacional, convocado por el Ministerio de Cultura, que designó a un Comité de Expertos, encargado de seleccionar a un candidato entre los 29 aspirantes presentados.
"LIMPIEZA" DEL PROCESO DE SELECCIÓN
En este sentido, tanto el ministro de Cultura, César Antonio Molina, como la presidenta del Patronato, Pilar Citoler insistieron en la "limpieza" y "rapidez" del proceso de selección del nuevo responsable del Reina, que llega para dirigir este 'trasatlántico', "por méritos profesionales", insistió el ministro.
"Él sabe que yo nunca le hubiera nombrado a dedo", afirmó el ministro de Cultura, quien comparó a Borja-Villel con un "gran maná" que llega al Museo para trabajar con "absoluta libertad".
En esta misma línea, la presidenta del Patronato, Pilar Citoler, reconoció que, una vez "superados los escollos", "la llegada de Borja -Villel nos llena de satisfacción y esperanza". "Espero que en dos o tres años, el Reina Sofía alcance cierta base o seguridad y podamos empezar a ver frutos", indicó.
DECISIONES INMEDIATAS
Unos frutos, cuyas primeras semillas comenzará a 'plantar' en las próximas semanas, tomando algunas decisiones inmediatas "que ya tengo en la cabeza", confesó, en cuanto a exposiciones temporales y programas públicos. "No esperéis unos años, pero dejadme al menos unas semanas", bromeó Villel, quien espera que en el 2009, las exposiciones tenga ya totalmente su impronta.
En este sentido, reconoció que le gustaría traer a Madrid la retrospectiva que se ha inaugurado recientemente en Londres sobre el artista Juan Muñoz. "Tengo que presentar esta propuesta al Patronato, pero se debería ver en Madrid de otro modo", confesó Villel, quien es poco partidario de la itinerancia de las exposiciones, pero sí de la colaboración o del intercambio entre instituciones.
A este respecto, apostó por el papel del Reina como "museo del Estado" y la necesidad de crear una "red" entre todos los museos, ya sean grandes o pequeños, para intercambiar información y programas educativos.
En cuanto a la proyección internacional del Reina Sofía, Borja-Villel, aseguró que trabajará por conseguir "la excelencia", tanto a nivel de publicaciones como a nivel de colección, que tiene "algunas lagunas", precisó, "sobre todo en el década de los sesenta y setenta". "No se trata de copiar a la Tate o al MOMA porque para eso sería mejor coger un avión, sino de crear nuestra propia identidad", señaló Villel.
"El Reina Sofía tiene que tener el mejor equipo, las mejores colecciones y las mejores colecciones", insistió Villel, quien espera que el Reina Sofía se convierta "en uno de los lugares más hermosos que puede crear este país".
