Maragall admite que se sintió personalmente traicionado por Zapatero por no aprobar el Estatut inicial

"El Zapatero federalista ha dejado paso a un Zapatero felipista", asegura

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 27 abril 2007 12:40

BARCELONA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall admite que se sintió personalmente traicionado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando pactó con el presidente de CiU, Artur Mas, un Estatut que no era el que aprobó del Parlament y que supuso, en su opinión, "un paso atrás muy evidente".

En una entrevista que publicará el lunes la revista 'L'Avenç', Maragall asegura que tiene la impresión de que "el planteamiento inicial se ha perdido y que el objetivo ambicioso que nos habíamos planteado aquí y allá peligra", y admite que "sí" se sintió personalmente traicionado por Zapatero en el proceso.

De nuevo en relación al presidente del Gobierno, Maragall sostiene que "dio un paso atrás respecto a su federalismo inicial" que había mostrado tras su elección como secretario general del PSOE y, tras sellar el pacto del Estatut con Mas, el ex presidente de la Generalitat considera que "el Zapatero federalista ha dejado paso a un Zapatero felipista".

Maragall cree que ello se debe a que el presidente del Gobierno "se fue encontrando cada vez más con la situación real", con "una España que no admite el federalismo que él había asumido, al menos aparentemente", por lo que las convicciones de Zapatero "acabaron deshaciéndose con el paso del tiempo" y convirténdose "en una especie de 'realpolitik'".

ZAPATERO PREFERÍA A MONTILLA.

Maragall admite que Zapatero no quiso que volviera a presentarse a las elecciones catalanas una vez completada la tramitación del texto estatutario. "Durante la discusión del Estatut, Zapatero ya iba diciendo que no me presentase" y en una entrevista en La Moncloa "me dio que prefería a Montilla como presidente", lamentó.

Del mismo modo, el ex presidente de la Generalitat reconoce que desde Madrid hubo "una presión muy fuerte" para que destituyera al entonces 'conseller en cap' Josep Lluís Carod-Rovira tras su entrevista con ETA y aventura que quizá el PSOE no hubiera llegado a gobiernar si la reacción "no hubiera sido fulminante, superior a la que yo había inicialmente previsto".

Según Maragall, el PSOE presionó para que la reacción fuera "más contundente" y él accedió, una concesión de que que asegura que no se arrepiente.

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