HUELVA 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Este viernes se celebra la tercera sesión del juicio del caso 'Mari Luz', en la que declararán un total de 14 personas en calidad de testigos, siete por la mañana y siete por la tarde. De estos 14 testigos, siete de ellos son agentes de la Policía Nacional, los cuales declararán todos durante la sesión de tarde del juicio.
El jueves transcurrió sin incidentes a lo largo del día, salvo al final de la jornada, cuando a la salida del furgón policial de Santiago del Valle, la madre de Mari Luz, Irene Suárez, acompañada de otros familiares increpó al acusado por la muerte de su hija. No obstante, la tensión no llegó a más y la normalidad fue la tónica dominante.
La familia acudió por la mañana del jueves al Palacio de Justicia pero se quedó fuera debido a que no se encontraban cómodos en la zona destinada para ellos. Sin embargo, por la tarde, tras poner la Junta de Andalucía a su disposición otra sala más amplia, asistieron.
De este modo, la sesión del jueves destacó por la declaración del taxista que aseguró que vio sobre las 18.00 horas a los hermanos del Valle, Santiago y Rosa, presuntos autores de la muerte de la pequeña, en presencia de Isabel García, mujer de Santiago, metiendo en el maletero un carrito de la compra en la Avenida de las Flores, en la barriada del Torrejón.
En la sesión de tarde, un ingeniero de la empresa Aguas de Huelva afirmó que es poco probable que el cuerpo de la menor onubense llegara hasta la marisma del Estero del Rincón si fue arrojada por una alcantarilla, tal y como afirmó en una de sus primeras declaraciones el principal acusado, Santiago del Valle, ya que para que se diera esa posibilidad debía haber llovido mucho durante mucho tiempo, "cosa que no sucedió". De otro lado, tanto los dos operarios de Cepsa, que avistaron el cuerpo de la menor, como el agente de la Guardia Civil que participó en el rescate del cadáver, coincidieron en que de no ser hallado el cuerpo, éste hubiera "salido a mar abierto".