Mas cree que la legislatura está prácticamente agotada y aboga por un adelanto de las elecciones generales a este otoño

Actualizado: jueves, 26 abril 2007 14:54

Sostiene que falta un partido estatal de centro, pero que no debe liderar CiU, y pone las condiciones para entrar a gobernar en España

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU, Artur Mas, dijo hoy que la legislatura liderada por José Luis Rodríguez Zapatero está "prácticamente agotada" una vez demostrada la "incapacidad de acción y de liderazgo" del Gobierno para resolver problemas "urgentes" de la política española y abogó por un adelanto de las elecciones generales a este otoño. Criticó la incapacidad de PP y PSOE para alcanzar acuerdos y se preguntó dónde está el centro en España.

"Esta legislatura tal y como va, no da más de sí, está prácticamente agotada desde el punto de vista de capacidad de acción política y teniendo en cuenta que los retos son tan importantes y los deberes tan urgentes en muchos terrenos (..), quizá habría que ir pensando en un adelanto electoral", dijo Mas en un desayuno informativo organizado por Forum Europa arropado por gran parte de los diputados de su partido en el Congreso excepto el portavoz, Josep Antoni Duran y Lleida.

Mas insistió en que la legislatura está "prácticamente sin aire" a causa de los niveles de "crispación" en la política nacional, lo que, a su entender se traduce en "incapacidad de acción y liderazgo" para resolver temas pendientes en la política nacional. No obstante, quiso quitar "dramatismo" a esta posibilidad porque, al fin y al cabo, se trataría simplemente de adelantar unos meses las elecciones generales, que propuso que se celebraran en otoño de este año.

En esta línea, criticó el "clima de crispación total y absoluto" y "en aumento" en la política española que, a su parecer, "no tiene sentido" puesto que no se corresponde con la realidad del país. Denunció así que se "esté llegando al punto" de que los dos partidos mayoritarios a nivel estatal sean "incapaces" de llegar a acuerdos en temas de Estado. Alertó además que dicha crispación está calando en la sociedad.

DETERIORO GALOPANTE DE LAS INSTITUCIONES

Mas puso de relieve el "deterioro galopante de las instituciones" que a su entender está llevando dicho clima de confrontación. Mencionó al respecto la "incapacidad" del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de renovarse a sí mismo "haciendo más política que justicia" y que en el Tribunal Constitucional, además de "dinámicas internas que no son buenas", grandes decisiones --como los recursos contra el Estatut-- dependan en ocasiones de "una persona".

Además se refirió a la dimisión del presidente del Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, y se preguntó, después de su comparecencia en el Congreso, qué "nivel de confianza" puede tener de puertas para fuera la institución a partir de ahora. Asimismo, cuestionó la capacidad del Gobierno para "defender" un sector estratégico como es el de la energía, en referencia a Endesa, de las ofertas de adquisición extranjeras.

De esta forma, argumentó su visión de que el Estado se está "desgarrando internamente" y volvió a subrayar la "incapacidad" de los dos grandes partidos mayoritarios de llegar a "acuerdos básicos" en políticas de Estado para concluir: "Creo que realmente convendría que alguien se planteara la necesidad de crear un gran partido de centro".

PARTIDO DE CENTRO

Mas se apoyó en la "polarización" de los dos grandes partidos estatales derivada de dicha crispación "tremenda" e incidió en que "alguien" debería plantearse una formación "con vocación de centro" que compense y equilibre los extremos. "En CiU nos preguntamos donde está en este momento el François Bayrou español", agregó.

No obstante, tras apuntar que CiU ocupa ese espacio centrista en Cataluña, consideró, desde un punto de vista personal, -- puesto que adelantó que ese debate aún no se ha producido en el seno de su partido, aunque tendrá lugar tras las elecciones municipales--, que CiU más que liderar una nueva formación de centro a nivel nacional debe buscar la colaboración con formaciones nacionales.

"Desde CiU no podemos pensar tanto en promover una operación de este tipo en España que seguramente quedaría fuera de nuestro alcance como se demostró con la operación reformista de 1986, pero sí que nos podríamos plantear colaborar con una formación política que surgiera en esos términos de centralidad política en España y que lógicamente aceptara una concepción del Estado relativamente acorde con nuestra percepción", señaló.

Así, afirmó que su partido podría plantearse una colaboración "en términos operativos" con "alguien" que tuviera la iniciativa de crear un nuevo partido de centro en el conjunto de España, aunque señaló al respecto una "tercera vía" que se concretaría en la colaboración intensa con el PNV y el BNG. "Esa es una tercera vía, una tercera visión del conjunto del Estado que, lógicamente, vamos a mantener en todos sus términos", advirtió.

CONDICIONES PARA GOBERNAR ESPAÑA

Dicho esto, Mas, tras señalar la "implicación larga en el tiempo" de su partido en los asuntos de Estado, apuntó que a la hora de entrar a gobernar en España hay que analizar no tanto el "cómo" sino "el qué", es decir, en qué condiciones CiU entraría a gobernar en España. Quiso dejar claro no obstante que CiU es un partido "catalanista" y como tal, su prioridad no es formar parte del gobierno de España, sino, en primer lugar, Cataluña y, en segundo lugar, liderar las instituciones catalanas.

Así, paso a citar los dos "grandes ámbitos" que pueden modular la intensidad de participación de CiU en el Gobierno de España. En primer lugar, el "peso más o menos decisivo de CiU" en el Parlamento tras las elecciones generales, y, en segundo lugar, el "grado de aceptación" de las propuestas de su partido.

Entre dichas propuestas, Mas situó, en primer lugar, el autogobierno y se refirió a los recursos presentados en el Tribunal Constitucional contra el Estatut. Afirmó, en este punto, que el TC puede pronunciarse "en un sentido o en otro" pero eso no evitará que CiU exija la aplicación "integral" de su contenido en cuanto a identidad, capacidad de negociación frente al Estado e inversión en infraestructuras.

Aseguró asimismo que tanto en lo relativo a la inversión en Cataluña como en la gestión de puertos y aeropuertos el Gobierno que quiera contar con la participación de CiU "tiene que saber" que su partido pondrá estos asuntos "sobre la mesa" y los defenderá firmemente. Señaló así como "deberes pendientes" del Estado con la Generalitat, además de la inversión en infraestructuras, el impulso de la formación y la innovación.

Además, puso en el acento en una necesidad de la reforma laboral del calibre de la que tuvo lugar en 1997 cuando "había un ejército de parados". "Ahora sin una reforma en profundidad lo que crearíamos sería un ejército de desmotivados", apuntó. Igualmente, consideró necesarias reformas económicas en "profundidad", así como en el ámbito demográfico y social --familia, inmigración, natalidad y pensiones, entre otras--

Puso el acento por último en que cualquier formación que quiera "entenderse" con CiU a nivel estatal tendrá que tener un "compromiso firme de no agresión constitucional". Explicó que si bien es cierto que aritméticamente PP y PSOE podrían llevar a cabo una reforma de la Constitución sin otros apoyos, enfatizó que "políticamente" y demostrada la "lealtad" de partidos nacionalistas como CiU con el Estado, sería reprobable "expulsarles" de un acuerdo de tal magnitud.