Mas defiende una consulta en Cataluña si el TC rebaja el Estatut porque "la democracia tiene preeminencia" sobre la ley

Actualizado: martes, 22 abril 2008 14:19

Advierte al Gobierno que no tendrá su apoyo sin cumplir el Estatuto y sin nueva financiación, limitando la solidaridad interterritorial

Pide medidas económicas y apuesta por invertir el coste de la devolución de 400 euros en infraestructuras necesarias a medio plazo

MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU, Artur Mas, advirtió hoy que "la última palabra" sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña "no la va a tener el Tribunal Constitucional" y que si las sentencias de los recursos presentados "desnaturalizan" el texto, CiU propondrá "formalmente al pueblo de Cataluña" una consulta, porque en su opinión la democracia tiene "cierta preeminencia" sobre la ley. "A eso tenemos derecho, a que el pueblo que aprobó el Estatut se vuelva a pronunciar", afirmó.

Si los fallos recortan el Estatut, insistió, se producirá un "choque de legitimidades" y la democracia, la opinión del pueblo catalán expresada en referéndum, concluyó Artur Mas, tiene "cierta preeminencia" sobre la ley. El dirigente de CiU aclaró que se trataría de acatar "jurídicamente" la sentencia, pero "políticamente no". "Esto no es decir que la política esté por encima de la ley, sino que la democracia tiene cierta preeminencia", subrayó.

Artur Mas protagonizó hoy uno de los desayunos informativos de Europa Press, patrocinados por Banif, Sun Microsystems, Telefónica y Thomson Aranzadi, en el que entre otras reclamaciones pidió al Constitucional que "se ahorre" esas sentencias; al PP, que retire su recurso contra el Estatut y al Gobierno, que reclame al Defensor del Pueblo que haga lo mismo con el suyo.

Artur Mas explicó esta mañana que el cumplimiento íntegro del Estatut es una de las condiciones que CiU impone al PSOE si éste quiere mantener una relación de cierta estabilidad con la coalición nacionalista en esta legislatura. Especialmente, los capítulos de infraestructuras y financiación, sobre la que exigió que se cumpla el plazo de aprobación de un nuevo sistema para agosto. "Es posible, pero muy difícil", reconoció.

El dirigente nacionalista explicó que esta nueva financiación debe ser fruto de la negociación bilateral entre Cataluña y el Estado y éste, además, debe promover una revisión de la solidaridad interterritorial para ponerle "límites". "Debe seguir existiendo, pero con límites, porque si no se convierte en abuso. Hay que empezarlo a decir", señaló.

APOYO EN MADRID, OPOSICIÓN EN CATALUÑA.

Junto a esas condiciones "sine qua non", Artur Mas añadió otros dos factores que influirán también para que CiU apoye al Gobierno en los próximos cuatro años. El primero es de nuevo una exigencia, "que la situación política en Cataluña se despeje en algún sentido". "Es muy difícil apoyar al Gobierno en Madrid y hacer oposición en Cataluña", expuso, "el PSOE no lo puede pretender".

Convergencia i Unió reclama igualmente que si el Gobierno alcanza acuerdos de Estado con el PP, como los que se preparan sobre la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional, ese modelo de Estado permita a la coalición sentirse "cómoda". "Hacemos esa advertencia, ojo a esos pactos", insistió. "No nos vengan a buscar si nos dejan de lado".

MEDIDAS ECONÓMICAS Y MÁS INVERSIÓN.

Artur Mas dedicó una parte de su intervención inicial a hablar de economía, de las dificultades que a su juicio afronta el país y que el Gobierno "escondió" en campaña electoral. "Falta en España un diagnóstico real serio", censuró, para calificar además de "insuficientes" las medidas del plan de choque aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros.

El líder de CiU exigió propuestas de cara al futuro y planteó algunas de ellas. En primer lugar, que el dinero que ha ahorrado el Estado en los últimos años se dedique ahora a inversión en infraestructuras. Los grandes proyectos desarrollados en esta legislatura, continuó Artur Mas, fueron herencia de Ejecutivos anteriores y el Gobierno no ha proyectado nada nuevo. "No ha hecho bien sus deberes", dijo.

Mas tachó de improvisada la política económica de Rodríguez Zapatero y preguntó por qué no se dedican a ese fin inversor los 6.000 millones que costará la devolución de 400 euros a los contribuyentes.

Además, el dirigente catalán pidió moderación fiscal, que se fomente el ahorro de las familias, que se impulse la internacionalización de la economía y la lucha contra la inflación.