Mas proclama 2010 como el año del cambio ante un tripartito sin rumbo

Actualizado: miércoles, 30 diciembre 2009 15:45

BARCELONA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU, Artur Mas, proclamó hoy que 2010 será el año del cambio en la Generalitat catalana, por lo que a CiU le tocará "reflotar el barco" que no tiene rumbo, en alusión al actual tripartito encabezado por el presidente José Montilla.

En rueda de prensa, Mas aseguró que el Govern catalán que salga tras las elecciones autonómicas del próximo año se encontrará con "muchas patatas calientes", y frente a ellas, CiU trabajará, aportará soluciones y sacará adelante Cataluña.

Así, afirmó que los catalanes necesitan "un cambio de tripulación, fijar un rumbo y avanzar a toda máquina".

Mas instó a los suyos a no confiarse ante las buenas perspectivas que dan a la federación todos los sondeos de la Generalitat catalana. Aseguró que, a diferencia de los comicios de 2006, CiU no hará "especial énfasis" en los pactos postelectorales, y recordó que su pretensión es gobernar en solitario.

Según Mas, debe acabar la "degradación progresiva" a la que el tripartito está sometiendo Cataluña, y la única garantía para lograrlo es un gobierno de CiU, que trabaje para la recuperación económica, el cambio de modelo productivo y el desarrollo de todas sus potencialidades.

"Conseguiremos situar a Cataluña en el sitio donde merece estar", aseguró Mas, quien aseguró que, ante la desafección política, la federación centrará sus esfuerzos en que las ganas de cambio que hay en la sociedad se traduzcan en el Govern catalán.

"A LA TERCERA VA LA VENCIDA"

Mas aseguró que afronta personalmente este año convencido de que, en menos de 12 meses, ocupará la presidencia de la Generalitat catalana. "Me acojo al refrán popular, de que a la tercera va la vencida", aseguró.

Al preguntársele cuál será su futuro si no logra gobernar pese a ganar las elecciones --como hizo en escaños en 2003, y en escaños y votos en 2006--, respondió que no piensa ahora en eso y que la reflexión la hará "el día después" de que ocurra.

Mas emplazó a los suyos a no confiarse y a trabajar hasta el último momento para lograr una amplia victoria, que permita a CiU gobernar "sin ataduras", que es, a su juicio, lo que Cataluña necesita.

El Govern catalán --indicó-- se encontrará con un panorama no precisamente alentador: la crisis, el déficit y la deuda de la Generalitat catalana que están "por las nubes", el paro que crece, hay crisis económica, las "amenazas" que afronta el autogobierno catalán ante un eventual recorte del Estatut, y una aplicación "muy deficiente" de la ley de dependencia.

"Necesitamos un gobierno a la altura", proclamó el líder nacionalista, quien indicó que sus tres prioridades deben ser superar la crisis, defender el autogobierno ante las "intromisiones" del Estado, y que Cataluña recupere su dignidad y vuelva a ser respetada, como lo había sido en el pasado, antes del tripartito.

Reconoció que la desafección política influirá en el resultado de las autonómicas aunque indicó que la federación hará todo lo posible para recuperar la confianza que los ciudadanos deben tener en sus dirigentes políticos.