PALMA DE MALLORCA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Govern balear, Jaume Matas, aseveró hoy que la recién aprobada Ley de Capitalidad supondrá una "vacuna" para que Palma no tenga que volver a sufrir lo que padeció entre 1999 y 2003, cuando, según afirmó, por el hecho de estar gobernada por un partido distinto al del Ejecutivo autonómico fue "absolutamente discriminada, abandonada y vejada" por parte del resto de las instituciones.
Así lo indicó Matas en el transcurso de una entrevista concedida a Europa Press, en la que recordó al Consell de Mallorca que el control supramunicipal que ejerce sobre el territorio en el conjunto de la isla "no siempre funciona", tal y como, a su parecer, "ha quedado demostrado en Andratx", donde el alcalde, Eugenio Hidalgo, autorizó durante años construcciones en suelo protegido sin que la Institución gobernada por Maria Antonia Munar, con competencias en disciplina urbanística, pudiera impedirlo.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo balear dijo "respetar" la decisión del Consell de Mallorca de recurrir la normativa, por considerar que entra en clara contradicción con el texto de la reforma del Estatuto de Autonomía, de rango superior, y que, según todos los partidos de la oposición, devuelve a la Institución Insular las competencias urbanísticas que le retira de facto la Ley de Capitalidad, y que atribuye al Ayuntamiento de Palma.
Sin embrago, Matas opinó que una capital es una administración "distinta", y, según agregó, "todas las capitales en España tienen una cierta autonomía, porque son Administraciones muy importantes". Asimismo, reiteró que el control supramunicipal que ejerce el departamento dirigido por Bartomeu Vicens no funcionó en Andratx, por lo que observó que lo apropiado es "respetar la autonomía de una capital que ha alcanzado la mayoría de edad".
"Palma dispone de la suficiente entidad para tomar las decisiones de forma democrática", resaltó el jefe del Ejecutivo balear, quien reiteró su convicción que, lejos de despojar al Consell de sus competencias urbanísticas, la Ley de Capitalidad evitará que el Ayuntamiento de la capital mallorquina vuelva a sufrir la "persecución y el aislamiento de un Gobierno de color político distinto".