MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El matrimonio formado por Joseba Andoni Garaialde Manterola y Garbiñe Echaburu Iguñiz, acusados de un delito de enaltecimiento de terrorismo por instar a ETA a matar a ertzainas durante una manifestación celebrada el 28 de septiembre de 2010 en Fuenterrabia (Guipúzcoa), han acusado este miércoles a la Ertzaintza de agresiones y han negado haber gritado "ETA mátalos" durante la concentración.
El juicio se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Nacional, pero ha tenido que ser suspendido a consecuencia de problemas informáticos a la hora de realizar la videoconferencia con los médicos forenses. La vista se reanudará el próximo jueves 25 de abril a las 10.00.
En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal ha pedido un año y medio de cárcel para los dos acusados por el delito de enaltecimiento, así como otra pena de dos años y ocho meses de prisión para Joseba Garaialde por un delito de atentado en concurso con uno de lesiones al propinar varios puñetazos a uno de los agentes en el momento de su detención.
Según han reconocido Joseba Garaialde y Garbiñe Echaburu ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, ambos participaron en una marcha que se inició sobre las 19.00 horas de aquel 28 de septiembre, en la que participaron en torno a 60 personas en apoyo a Itsaso Lecuona, detenida en la operación contra Askapena.
Bajo el lema 'Stop a la represión, libertad para los detenidos', los acusados estuvieron en dicha concentración, según han declarado, debido a que el matrimonio mantiene una relación de amistad "estrecha y muy antigua" con los padres de Itsaso Lecuona. "Desde tiempos inmemoriales", ha precisado Joseba Garaialde, de 66 años de edad.
Así, varios agentes de la Ertzaintza han relatado que, debido a que se trataba de una manifestación no comunicada ni autorizada, procedieron a la identificación de quienes portaban la pancarta de la cabecera de la manifestación, situando allí a Garbiñe Echaburu, quien, sin embargo, ha sostenido que iba en la última fila "charlando" con el padre de Itsaso, Enrique Lecuona.
SITUACIÓN INGOBERNABLE
No obstante, los testigos han señalado que Garbiñe Echaburu incitó a los asistentes que no se identificaran ante los agentes. Al negarse a mostrar su identificación, los ertzainas detuvieron a uno de los asistentes, lo que ocasionó que el resto se abalanzase sobre ellos. Los agentes utilizaron entonces sus defensas reglamentarias, haciendo incluso un disparo al aire con una escopeta, "el último recurso cuando la situación se convierte ingobernable", según el fiscal.
Debido a dicho enfrentamiento, Xabier Bengoechea resultó herido y fue trasladado en ambulancia al hospital de Bidasoa. Según han explicado los testigos, mientras llegaba la ambulancia, los asistentes a la manifestación comenzaron a gritar: 'ETA, mátalos. Gora ETA. Perros. Chacurras. Españoles hijos de puta. Mercenarios del Estado'. Frente a esto, los dos acusados han negado haber gritado las citadas expresiones.
"No lo pronuncié. Ni la edad ni la salud que tengo me permiten correr esos riesgos", ha destacado Garbiñe Echaburu, quien también ha negado que oyera a su marido gritar. "No lo he hecho nunca", ha indicado Joseba Garaialde, al ser preguntado sobre si gritó 'Gora ETA'.
Cuando los agentes proceden a detener a Garbiñe Echaburu, Joseba Garaialde se interpone para impedir el arresto y se provoca un rifirrafe. Según varios testigos, Garaialde propinó varios puñetazos a un agente, alcanzándole el ojo izquierdo. En este punto, Garaialde ha negado la agresión, "ni en el ojo ni en ninguna otra parte", mientras que el agente agredido ha explicado que Garaialde sí le propinó "dos puñetazos".
LE "APALEAN" CON UNA PORRA DE HIERRO
Garaialde ha dicho que, después de gritarle a un agente "Esta noche, cuando vayas a tu casa, le dices a tu hijo lo valiente que has sido", éste se "enerva" y varios agentes se dirigen contra él y ha agregado que, en ese momento, le agarran por el cuello con una porra colocada en la garganta y le "apalean" con otra extensible de hierro por "todo el cuerpo", incluso en la "cabeza".
"Nosotros nos defendemos utilizando la fuerza proporcional", ha reconocido el agente agredido en el ojo. El acusado, a consecuencia de esta agresión, sufrió varias lesiones acreditas en fotografías que presentó en el momento de la denuncia, aún en trámite.
Además, Garaialde ha afirmado que no intentó huir porque le hubieran "pillado a los dos pasos", pues tiene dificultades de movilidad a consecuencia de una poliomelitis sufrida a los tres años de edad. "Si hubieran querido detenerme, lo hubiesen tenido fácil porque no me moví", ha recalcado.
Según ha relatado Echaburu, ella también sufrió "agresiones" al intentar defender a su marido, que le provocaron hematomas y fue detenida, finalmente, cuando se recuperaba sentada en un banco junto a Mari Ángeles Santuru, vecina de la localidad y también participante en la manifestación.
UNA PANCARTA Y UN ROLLO DE PASQUINES
Echaburu ha reconocido que cuando la detuvieron portaba "una pancarta y un rollo de pasquines" y ha indicado que permaneció en comisaría hasta las 2.00 de la mañana y que "en ningún momento" le comunicaron que estaba detenida por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Enrique Lecuona, el padre de Itsaso, detenida el 28 de septiembre de 2010, ha señalado que acudió a la manifestación y que se ubicó "más bien hacia atrás", junto a Garbiñe Echaburu. "Ella fue adelante, cuando vio a su marido que le estaban dando golpes. Estábamos muy lejos de la pancarta. Estábamos al final", ha asegurado, al tiempo que ha declarado que no le oyó decir "Gora ETA ni ETA mátalos". A preguntas del fiscal, Lecuona ha declarado que en aquel momento estaba "perfectamente lúcido" y "consciente" de lo que estaban haciendo.
Por su parte, Mari Ángeles Santuru, testigo de la defensa, ha confirmado la declaración de Echaburu y ha señalado que la acusada iba en la última fila de la manifestación, junto a ella y Enrique Lecuona.
Además, ha dicho que no escucho "ni a Gardiñe ni a nadie" decir 'Gora ETA', que "en ningún momento" la acusada portó la pancarta de la cabecera de la manifestación y que no alentó a nadie a agredir a los ertzainas. "Tampoco la habrían oído", ha destacado, al tiempo que ha reconocido a preguntas del fiscal que tiene interés en que sus "amigos" sean absueltos.
Otra testigo de la defensa Sagrario Alza Sorondo ha declarado que vio como "dos o tres o cuatro ertzainas" empezaban a propinar una "paliza" a Garaialde "en una esquina" y ha agregado que éste se tapaba la "cabeza" por la que sangraba.
"Qué quiere que le diga que no? Son del pueblo. Vivimos en una ciudad muy pequeña. Sí", a respondido al representante del Ministerio Fiscal, quien le ha preguntado si tiene interés en la absolución de los acusados.