MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los españoles (un 66%) tiene la percepción de que España influye "poco" o "nada" en la UE, según el primer Barómetro de opinión del Real Instituto Elcano de este 2008, que refleja que un 71% valoró positivamente la elección de Felipe González como presidente del Comité de reflexión sobre el futuro de la UE.
También son mayoría (54%) los que esperan que el Gobierno preste una atención "mayor" o "mucho mayor" a la política exterior en esta legislatura, ya que cinco de cada diez españoles consideran que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero mostró "poco" o "ningún" interés en esta materia en comparación con otras áreas.
Los mayores de 65 años y los votantes del centro y de la derecha son los más críticos con la atención prestada por el Gobierno a la política exterior, mientras que la valoración mejora a medida que disminuye la edad.
En coherencia con el deseo de que el Gobierno conceda mayor relevancia a la política exterior, los españoles apoyan las misiones de las Fuerzas Armadas en Afganistán, Líbano, Kosovo y Bosnia. De hecho, en todos los casos son más los ciudadanos partidarios de mantener las tropas (el 38% en Afganistán y Líbano, el 39% en Kosovo y el 40% en Bosnia) que los que optarían por retirarlas, con porcentajes que oscilan entre el 34 y el 36%).
No obstante, uno de cada diez españoles se inclina por disminuir la presencia de las tropas españolas en estos cuatro destinos. En el caso de Afganistán, la mayoría de los españoles no está de acuerdo con que España deba enviar más tropas a este país si otros países de la OTAN amplían su presencia.
Con la excepción de la misión en Bosnia, ocho de cada diez españoles sigue considerando que el peligro que corren las tropas españolas es mucho o bastante en las misiones actuales de las Fuerzas Armadas en el exterior y dos tercios de los encuestados justifican esta presencia militar por los compromisos internacionales de España.
Con respecto a la declaración unilateral de independencia por parte de Kosovo, cuatro de cada diez españoles ve positiva la decisión de España de no reconocer el Estado de Kosovo, frente al 33 por ciento que la considera negativa, y se muestran prácticamente divididos a la hora de afirmar si la independencia de la ex provincia serbia es perjudicial para España porque incita a las reivindicaciones independentistas en suelo nacional.
A pesar del tiempo transcurrido, los españoles siguen pensando que la guerra de Irak no valió la pena (91%) y cinco de cada diez afirman que los iraquíes están hoy peor que con Sadam Hussein. El Real Instituto Elcano interpreta precisamente como un voto de castigo al apoyo a esta guerra el que el 45% de los españoles rechace la candidatura del ex primer ministro británico Tony Blair como presidente de la UE.
PREFIEREN A OBAMA
Preguntados por el candidato que prefieren como próximo presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama recaba el mayor porcentaje (39%), seguido por su rival en la misma familia política Hillary Clinton (23%) y a una distancia mayor por el republicano John McCain (5%).
Y es que cuatro de cada diez españoles piensan que Obama puede beneficiar más a los intereses de España, frente a dos de cada diez que se inclinan por pensar que sería mejor Clinton.
Aunque en su momento las prácticas llevadas a cabo por Estados Unidos en la cárcel de Guantánamo y los vuelos secretos de la CIA empeoraron la imagen de Estados Unidos entre los españoles, hoy son más los que piensan que China respeta menos los derechos humanos que Washington.
En concreto, ocho de cada diez españoles cree que en China no se respetan los derechos humanos, cinco de cada diez piensa que Beijing debería conceder más autonomía al Tíbet y un 47% afirma que el gigante asiático tendría que presionar a Sudán para acabar con el genocidio en Darfur. En este sentido, los españoles valoran mucho mejor al Dalai Lama que al presidente chino, Hu Jintao.
Sin embargo, son más los españoles (48%) que se oponen a un boicot de España a los Juegos Olímpicos de Beijing como medida de presión para que las autoridades chinas respeten los derechos humanos que los que se muestran a favor.
No obstante, la pregunta está formulada en general y no precisa si el boicot se refiere a la presencia deportiva de España en esos juegos o a la representación política que acuda a las ceremonias de inauguración y clausura.