Medio centenar de personas exige el fin de la represión del Gobierno a las protestas pacíficas en Birmania

Actualizado: sábado, 6 octubre 2007 15:46

PAMPLONA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de medio centenar de personas se concentraron este mediodía en la Plaza del Castillo de Pamplona en solidaridad con los manifestantes que protestan pacíficamente contra el Gobierno de Myanmar, respondiendo a una iniciativa de Anmistía Internacional y a los cientos de manifestaciones que se han celebrado en diferentes partes del mundo.

Entre los asistentes, había integrantes de varios centros budistas, como el Centro de Meditación Budista de Pamplona Karma Samten Ling. Además de asistir a la lectura de un comunicado, los asistentes rezaron el 'sutra' que estaban recitando monjes birmanos ante la casa de la líder San Suu Kyi antes de que fuera confinada de nuevo por el régimen militar.

"Que nadie sea la ruina de otro, ni desprecie a otro de ningún modo ni en ningún lugar. Que todos los seres vivan felices y libres de todo daño", leyeron.

Los promotores del acto repartieron margaritas entre los asistentes, que portaban pancartas en las que se podía leer "No más represión a las protestas pacíficas" o "Libertad para los presos de conciencia".

Fernando Armendáriz, portavoz de Amnistía Internacional de Pamplona resaltó en declaraciones a Europa Press que la manifestación pacífica de Pamplona no se puede convocar en Birmania. Y lamentó también que Myanmar es "una de las situaciones olvidadas de emergencia en materia de derechos humanos" que persisten en el mundo.

Anmistía Internacional exige al Gobierno de Myanmar que ponga fin "de inmediato" a la represión violenta y que permita a la población el libre ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión, de asociación y de reunión. También reclama la "inmediata e incondicional" puesta en libertad de los presos de conciencia, entre ellos la Premio Nobel de la Paz San Suu Kyi.

La ONG también insta a la ONU a considerar un embargo de armas al gobierno birmano. Al respecto, Armendáriz también reclamó a la Comunidad Internacional y directamente a los países que tienen relaciones institucionales o comerciales con el régimen birmano que presionen a las autoridades de este país para que ponga fin a la "feroz represión" y se inicie un proceso de democratización.