BARCELONA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los máximos responsables del Palau de la Música hasta julio, Fèlix Millet y Jordi Montull, perpetraron su desvío millonario de fondos gracias a que el Orfeó Català es una asociación y no pasaba ninguna auditoría, ya que tenía menos de un millón de euros de presupuesto.
Así de rotundo fue el actual director general, Joan Llinares, quien aseguró que ambos sabían que la Fundació y el Consorci eran auditados, por lo que era más difícil sacar dinero de allí, aunque lo llegaron a conseguir.
Según los auditores, el trasvase de dinero de la Fundació al Orfeó llegó a los 10,1 millones de euros, por lo que fue la vía más habitual para desviar el dinero, ya que supuestamente se dedicaba a "actividades que no despertaban sospechas".
Llinares también aseguró que la ex directora financiera, Gemma Montull, tuvo una "colaboración imprescindible" para realizar toda la trama, ya que su departamento era el encargado de transformar el dinero en cheques y facturas o documentación falsas que después se presentaban a la junta directiva y a los auditores.
De hecho, el Fiscal solicitó hoy al juez que lleva el caso Millet que amplíe la lista de imputados por el desvío de fondos del Palau de la Música e incluya a Gemma Montull, así como a los dos tesoreros de la institución, Enric Álvarez y Pau Duran, que hasta ahora figuraban como querellados, según informaron fuentes judiciales.
La acusación pública también pidió al juez Juli Solaz que impute al abogado Raimon Bergós, ex secretario de la fundación.
