MÁLAGA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La defensa de José María del Nido, acusado por presuntas irregularidades en los encargos que le hizo el Ayuntamiento de Marbella (Málaga) en la fiscalización del Tribunal de Cuentas, ha indicado que éste es un caso "paradigmático de inquisición general o causa prospectiva", investigando, "al margen de las garantías de un proceso justo", la vida profesional del abogado.
"La investigación se realiza para ver en la actividad profesional de nueve años de una persona qué ha podido ocurrir", ha dicho en su informe final del juicio del caso 'Minutas' el letrado de Del Nido, Pedro Apalategui, quien ha rechazado todas las acusaciones realizadas por el fiscal en esta causa y ha considerado que este tipo de investigación es "rechazable y repudiable" en un estado de derecho.
Ha considerado que una consecuencia de la causa general es el aumento de delitos por los que se le acusa, destacando que de los tres iniciales "se encuentra de cara al juicio que tiene que responder a nueve acusaciones". Así, ha criticado las imputaciones "sorpresivas", añadiendo hechos y delitos, y la modificación de hechos en el escrito definitivo del escrito público.
En este sentido, el letrado, que este viernes continuará con su informe final del juicio, que comenzó en abril de 2010, ha dicho que la calificación definitiva de la Fiscalía Anticorrupción tiene "más una naturaleza de intuición que de conclusión" y ha señalado que la argumentación utilizada para sostener las acusaciones tiene "serias grietas".
Ha manifestado que le ha llamado la atención referencias del fiscal, como que Del Nido estaba en el núcleo de la corrupción y que su contratación se hizo en un cena, que a su entender "no eran jurídicas, sino que tenían otros destinos, puramente mediáticos", con lo que se ha conseguido, ha dicho, "la degradación de valores fundamentales como la honra o el prestigio".
Así, ha indicado que "jurídicamente no se sostiene" la tesis en la que el fiscal basa el aumento de pena que realizó en sus conclusiones, de 13 años y medio de prisión a 30, y ha dicho que ese supuesto dominio del hecho que se le imputa es "simplemente confundir autoría con participación", argumento que "utilizó porque mediáticamente tiene su repercusión este proceso".
Apalategui ha precisado que el ministerio público ha realizado una "pirueta jurídica" para sostener los argumentos acusatorios y se ha preguntado "dónde está esa situación de privilegio, de dominio", que le atribuye a Del Nido, considerando que se encuentra "tan solo en el carácter intuitivo" del escrito definitivo de la acusación pública.
"CLONACIÓN" Y MINUTAS
El letrado defensor también ha negado que Del Nido fuera el jefe de la asesoría jurídica en sustitución de José Luis Sierra, exasesor y mano derecha del entonces alcalde Jesús Gil, y que estuviera casi constantemente en el Club Financiero, y ha considerado que se ha pretendido "clonar al señor Del Nido en el señor Sierra", argumento que "sólo se sostiene en la ideación del fiscal".
Ha defendido la actuación de su cliente en la fiscalización y ha afirmado que la declaración como testigo del interventor "apadrina, advera y justifica los importes, los trabajos y las referencias al precio cierto en cuanto los dirige hacia los honorarios orientadores de los colegios profesionales", lamentando que se han cuestionado las cifras de las minutas "por el mero hecho de ser altas".
Apalategui ha indicado que no ve que se pueda hacer reproche alguno a su cliente por la forma de contratación por parte del Ayuntamiento y ha señalado que creyó "que me situaba en años casi previos a la Constitución" cuando se cuestionaba la necesidad de contar con un letrado en este tipo de proceso.
Asimismo, ha rechazado la existencia de un supuesto pacto de Del Nido con otros acusados, como el exalcalde Julián Muñoz, y ha señalado que el fiscal ha tenido que hacer "una cabriola jurídica" para situarlo "como la persona que manda más, con posibilidad directa de apropiación de los bienes".
En cuanto a las acusaciones sorpresivas, se ha referido al delito de tráfico de influencias, por la supuesta colocación de su exmujer, también acusada en esta causa, en el proceso de segregación de San Pedro. Ha explicado que este delito "requiere algo más" que acompañar a la que era su mujer a un encuentro con Gil.